La 47ª edición del Rally Dakar, que comenzará el próximo 3 de enero en Bisha y finalizará el 17 en Shubaytah, con un recorrido que discurre por sexto año consecutivo íntegramente en Arabia Saudí, contará con una nutrida participación española, la segunda más numerosa después de la francesa. Carlos Sainz, Nani Roma y Tosha Schareina optarán a la victoria en coches y motos, pero en esta edición habrá que estar muy atentos a la participación de Cristina Gutiérrez y Laia Sainz, que lideran la presencia femenina junto a Sandra Gómez, que corre dentro del equipo oficial Fantic.
Cristina Gutiérrez se impuso en 2024 en la categoría Challenger, junto a su copiloto Pablo Moreno, convirtiéndose en la primera mujer en ganar el Dakar desde Jutta Kleinschmidt en 2001. Laia Sanz, por su parte, que ya ha corrido en 14 ediciones, tanto en moto como en coche, es una experta en estas lides.
El Rally Dakar siempre ha presumido de ser uno de los deportes más inclusivos, aunque las mujeres hayan sido a lo largo de su historia clara minoría. Tan solo en tres ediciones no ha habido ninguna mujer entre los participantes (1995, 2003 y 2004), y ya en 1979, cuando arrancó la leyenda del París-Dakar de la mano de Thierry Sabine, siete mujeres tomaron la salida, todas en moto.
La piloto Laia Sanz / RED BULL
El gran salto de Cristina Gutiérrez con Dacia
La piloto burgalesa debuta como piloto oficial de Dacia, junto a Sébastien Loeb y Nasser Al-Attiyah. Cristina Gutiérrez es la segunda mujer en la historia que compite dentro de una estructura oficial y con opciones al triunfo. “Es un auténtico sueño”, reconoce. La española está orgullosa de dar el salto a la clase reina de la mano de Dacia: “Será mi noveno Dakar y nunca imaginé que ficharía por un equipo oficial. Estoy segura que esto servirá para abrir camino a otras, porque este es uno de los deportes en los que podemos competir de tú a tú con los hombres”, señala emocionada.
Cristina, de 33 años, compartirá equipo con dos auténticos referentes en la competición, de quienes está dispuesta a “aprender en cada kilómetro”. Nasser Al-Attiyah es uno de los pilotos más laureados del Dakar, con cinco títulos ( 2011, 2015, 2019, 2022 y 2023) y Sebastién Loeb, subcampeón en las últimas ediciones, luce nueve títulos de campeón del mundo de rallies (WRC).
“Tenemos una buena relación, en el equipo hay muy buena comunicación y compartimos toda la información para mejorar día a día”, asegura Cristina, ilusionada ante la que será su novena participación en el rally y sin duda, la más exigente. A su derecha, como copiloto, se sentará Pablo Moreno Huete, con quien se proclamó campeona el pasado mes de enero.
Dacia Sandrider para el Dakar / DACIA
La burgalesa revela como fue su llegada al equipo ‘The Dacia Sandriders’. “Fue en marzo de 2023 mientras estaba compitiendo en Abu Dhabi. Tuvimos una reunión para hablar del proyecto y desde el principio me atrajo mucho la idea tanto de dar el salto a un equipo oficial como de pasar a la categoría principal de coches. No tuve dudas al unirme a ellos: es la oportunidad de mi vida. Cuando me contactaron para firmar fue como un sueño hecho realidad”.
Laia Sanz, a por su 15º Dakar
Laia Sanz sale a por la victoria en 4x2 y a completar su 15º Dakar, a la espera de que llegue una oportunidad para competir en la categoría reina de coches. “El presupuesto se multiplica por diez comparado con lo que vale correr un Dakar con una buena moto. De momento hay que luchar con las herramientas que tenemos”, señala en cuanto a sus limitaciones.
Laia Sainz tenía claro a los 16 años que quería disputar un Dakar. Hoy tiene 39 años, ha ganado 14 veces el Mundial femenino de Trial y 6 veces el femenino de Enduro. Después de completar 14 participaciones en el Dakar -incluyendo el noveno puesto en la general absoluta de motos en 2015-, la piloto de Corbera vuelve al desierto decidida a hacerse valer en las cuatro ruedas. Lo hará junto a su copiloto Maurizio Gerini y al volante de un Century CR6 de dos ruedas motrices (4x2), con el que hace un año acabó tercera en su categoría y 15ª en la general global. Las 14 ediciones que ha disputado las ha acabado. Toda una gesta que habla por sí sola.
Este año repite proyecto, aunque quizás no es el que más le hubiera gustado. “Estoy contenta de ir al Dakar, pero hay que ir paso a paso y este año toca luchar para hacerlo bien en la categoría, el objetivo es intentar ganar. La parte positiva es que vamos con el mismo coche del año pasado, por lo tanto lo conocemos bien. Y el equipo también. Obviamente con el nivel que hay en 4x4 es difícil competir en la general”.
La piloto catalana considera que optar a un coche oficial es difícil “para todos”. Ella considera que “el principal obstáculo es que el presupuesto se multiplica por diez comparado con lo que vale correr un Dakar con una buena moto. Además, con una moto normal puedes demostrar, depende más de tu disciplina, de tu trabajo. En cambio, en coches es más complicado porque tu labor depende mucho más de los medios que tengas. Es un pez que se muerde la cola, pero hay que luchar con las herramientas que tenemos”.
