¿Te has decidido a adquirir un coche pero no quieres realizar la compra? Antes de tomar la decisión, debes saber que existen dos grandes modalidades: renting flexible y fijo.
Si no sabes cómo tomar la decisión entre una y otra modalidad, o si ni tan siquiera sabías que existían, este artículo te interesa.
Todo lo que debes saber sobre el renting flexible
El renting flexible se puede definir como aquel trato en el que el cliente no queda vinculado a un vehículo por una determinada cantidad de kilómetros o por un tiempo específico. El usuario podrá usar el medio de transporte que haya contratado durante el tiempo que lo necesite, evitando así los límites que establece la modalidad fija. Si, por las razones que sean, se desea cancelar el contrato en cualquier momento, será perfectamente legítimo. Lo mejor de todo es que no tendremos que pagar ni penalizaciones, ni ningún tipo de gasto si nos decidimos a dar este paso.
Al mismo tiempo, tendremos todos los beneficios propios del renting: es decir, que no tendremos que preocuparnos por la contratación o el pago del seguro, no habrá que pagar el impuesto de circulación u otros impuestos, no nos preocupamos del gasto de mantenimiento, y hasta tendremos asistencia en carretera por lo que pueda pasar. Podemos entender el renting flexible como una evolución del fijo. Su gran ventaja es que lo podremos cancelar cuando lo necesitemos. ¿Y cuál es la pega? A cambio de estas prestaciones, el coste de las cuotas serán algo más elevadas.
¿Me interesa contratar un renting flexible?
La fórmula del renting flexible está diseñada principalmente para negocios, para adaptarse a las necesidades de los mismos. Como ya sabes, estas pueden cambiar de un momento a otro, por lo que puede no interesarles la fórmula convencional.
Si tienen que estar ligados a un contrato durante dos a cinco años, y afrontar penalizaciones si se dan de baja antes de tiempo, puede no salirles demasiado rentables.
Adaptabilidad
Con el renting flexible, tanto como si es un solo vehículo el que se mantiene en esta modalidad, como si es una flota, deja de ser un gasto fijo para convertirse en un gasto flexible.
· Si las cosas en la empresa fuesen mal, este gasto se podría eliminar de un momento a otro.
· Pero si las previsiones se cumplen y el crecimiento se disparase, también tendremos la posibilidad de modificarlo para adaptarse a la nueva situación.
¿A quienes les va mejor el renting flexible?
Esta modalidad es perfecta para:
· Aquellos negocios que tienen una actividad concentrada en momentos puntuales.
· Para empresarios que tienen complicaciones para acceder a diferentes fórmulas de financiación.
· Para aquellos proyectos con una viabilidad difusa, que podrían cancelarse en cualquier momento.
· Para emprendedores o empresas que trabajan en un negocio inestable, o para periodos complicados en donde pueden producirse descensos muy fuertes en el nivel de ventas.
· Para proyectos en los que puede hacer falta cambiar la flota en cualquier momento.
Ahora ya sabes lo que es el renting flexible y tienes algunas situaciones de ejemplo que te ayudarán a decidir si es la fórmula que has estado buscando.
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