El fabricante de puntos de carga para vehículos eléctricos Wallbox facturó 32 millones de dólares (unos 27 millones de euros) en el primer semestre de 2021, un 300 % más que en los primeros seis meses de 2020, gracias a su plan de expansión, que incluye su salida a bolsa en Nueva York.
La compañía con sede en Barcelona ha logrado una financiación adicional de 270 millones con su inicio de cotización al debutar en la Bolsa estadounidense gracias a la fórmula de moda de un acuerdo de combinación de negocio con un vehículo de inversión (Kensington), ha mejorado en un 15% sus previsiones de facturación y en solo seis meses ha superado en un 30 % lo ingresado en todo el año 2020.
El crecimiento del negocio de Wallbox estuvo impulsado, según indica la propia empresa, por una serie de factores, como la expansión geográfica en varios nuevos países y, sobre todo, la entrada en el mercado estadounidense en febrero con su cargador doméstico Pulsar Plus de 40 amperios, y una fuerte presencia en determinados países europeos y en Australia.
Nueva planta en Barcelona
En los primeros seis meses del año, Wallbox ha incorporado 305 empleados para sus nuevas instalaciones en Barcelona y se ha ampliado la venta de productos en siete nuevos países, con lo que el número total de empleados asciende a 643 y la presencia comercial a 67 países. El crecimiento de Wallbox incluyó una primera operación consistente en la compra de la plataforma Electromaps, que agrupa puntos de carga y usuarios de vehículos eléctricos.
En declaraciones a EFE, el consejero delegado de Wallbox, Enric Asunción, ha celebrado estos resultados: "Somos la única empresa del sector con presencia totalmente global y la que más rápido crece, tenemos la tecnología más disruptiva y el mercado está preparado para crecer exponencialmente".