El sector del automóvil vuelve a vivir la peor pesadilla, Las matriculaciones de turismos y todoterrenos se hundieron en marzo un 30,2% en lo que el sector califica de "grave caída" que aleja todavía más la ansiada recuperación del mercado. La falta de microchips sigue haciendo estragos en las entregas de coches nuevos, a lo que se sumó en marzo el impacto de la incertidumbre por la guerra de Ucrania y la escalada de los precios energéticos y de los carburantes.
En marzo de 2022 se vendieron solo 59.920 coches, lo que supone un 51% menos en relación con el mismo mes de 2019, cuando no habñia llegada todavía la pandemia. Es el nivel de ventas más bajo de toda la serie histórica de datos con la excepción de marzo de 2020, cuando entró en vigor el confinamiento.
Tras este batacazo de marzo, la cifra de matriculaciones del primer trimestre de 2022 se quedó en 164.399 vehículos, un 11,6% menos que en 2021 y un 48% menos que en 2019.
Menos compras de particulares
El clima de incertidumbre creado por la invasión de Rusia de Ucrania y los efectos económicos que está provocando se aprecian en una caída de las compras por parte de clientes particulares del 21,9% en marzo, que contrasta con un acumulado positivo del 2,4% en el trimestre. Las empresas también redujeron sus compras, con un retroceso del 16,3% en marzo, que fue del 30% en el caso de las alquiladoras pese a la proximidad de la Semana Santa.
El paro patronal de los transportistas ha provocado que las marcas tengan "parados miles de vehículos en las campas con dificultades de llegar a la distribución", según ha explicado Noemí Navas, directora de Comunicación de Anfac, que advierte de que "no cabe duda de que la recuperación del mercado tendrá que esperar al menos otro año".
Riesgo de caída de la demanda
Los concesionarios han mostrado preocupación porque, además de los problemas de la oferta por las restricciones en la producción, falle también la demanda. "Siendo crítica la falta de oferta, lo que más nos preocupa ahora es que, con el impacto de la guerra de Ucrania y una situación macroeconómica cada vez más deteriorada, sea la demanda la que pueda fallar. Pese a ello y al mal comportamiento de las matriculaciones, los pedidos en los concesionarios mostraron todavía en el mes de marzo un ritmo razonable", aseguró Raúl Morales, director de Comunicación de Faconauto.
Los vendedores de vehículos agrupados en Ganvam han mostrado también su temor al efecto psicológico de la guerra en un aplazamiento de la decisión de comprar un vehículo por parte de algunos consumidores. Para evitarlo, la organización defiende que "más allá de bonificaciones para compensar la subida de precios, el Gobierno debería acometer reformas estructurales que, en el caso del sector automoción, pasan no solo por reducir al mínimo el IVA del carburante sino por poner en marcha un esquema fiscal que no grave la compra del coche para evitar así penalizar la renovación del parque y la consecución de los objetivos de descarbonización”, según explica Tania Puche, responsabel de Comunicación de Ganvam.