Los tractores se han convertido en protagonistas por unos días como símbolo del hartazgo del colectivo de los agricultores y ganaderos. Las tractoradas han tomado las carreteras, las autopistas y el centro de ciudades como Barcelona con imágenes insólitas de calles a rebosar de unos vehículos que van a la baja, como la actividad del sector primario.
En las protestas de los payeses, los habitantes de las ciudades hemos podido ver de cerca los colosos del campo. En Barcelona han llegado hasta el centro dando pie a imágenes impactantes como los tractores con escenarios icónicos de la ciudad como la Casa Batlló y el paseo de Gracia como telón de fondo de unos 1.250 tractores según la Guardia Urbana y unos 2.000 según Unió de Pagesos.
Tractores en el centro de Barcelona
Son muchos tractores pero muchos menos de los que reunió la primera gran tractorada de Unió de Pagesos de 1979, con unos 18.000 vehículos agrícolas. En toda España superaron los 108.000 tractores. Muchas de las peticiones de entonces se han vuelto a leer en las pancartas 45 años después de la histórica protesta. Sin embargo, en ese lapso de tiempo el peso del campo en la economía española se ha reducido, al igual que las ventas y el parque de tractores.
Los tractores más vendidos
El parque de tractores en España supera los 1,1 millones de vehículos, según la estadística oficial, pero se va envejeciendo con rapidez debido al descenso de las matriculaciones. En 2023 se vendieron en España 8.688 tractores, un 10% menos que en 2022. El mercado nunca ha recuperado los niveles de los años con más actividad. Por ejemplo, en 2007 se vendieron más de 16.000 tractores.
El color predominante entre los tractores que han tomado las calles es el verde característico de la marca norteamericana John Deere (a la que sigue New Holland) y su modelo 6155M, que dominan el mercado. Se fabrican en la planta que tiene la firma en Manheim (Alemania), que recientemente ha superado la cifra de dos millones de vehículos ensamblados. El tractor superventas en España cuesta unos 150.000 euros, en función de los extras con los que vaya equipado, lo que supone una gran inversión para los agricultores en un momento de crisis e incertidumbre.
