El salón Automobile Barcelona tendrá una tercera oportunidad en 2021 con el aplazamiento a octubre. Sin llegar al extremo del Salón del Automóvil de Ginebra, que se canceló tan solo unos días antes de su inicio, el centenario salón barcelonés se ha aplazado un mes antes de su celebración a partir del 8 de julio envuelto en tensiones entre fabricantes de automóviles y con el debate de fondo que ha vuelto a emerger sobre la evolución de las ferias de automoción.
Los días previos al segundo aplazamiento (primero fue de mayo a julio y ahora a octubre) fueron de una intensa discusión entre marcas automovilísticas y con Fira de Barcelona, según relatan algunos de los directivos implicados. Una mayoría de marcas decidieron, el viernes 4 de junio, confirmar la celebración a partir del 8 de julio, pero todo cambió cuando el sector de los fabricantes partidarios del aplazamiento creció el lunes siguiente, cuando se tomó la decisión de aplazar el salón para buscar la máxima asistencia posible de empresas.
En Fira de Barcelona estaba todo preparado para empezar el montaje de los estands y muchas marcas ya tenían hechos los contratos con los carpinteros e instaladores para recibir a los primeros visitantes a partir del 8 de julio. Tanto es así que Renault ha decidido 'mantener' su propio salón con una convención de 400 representantes de concesionarios de España en las mismas fechas de la muestra, el 8 de julio, y en Fira de Barcelona. Los vendedores de Renault y Dacia podrán ver los mismos modelos que iban a exponer las marcas en el recinto ferial.
Retos de Automobile Barcelona
La mejora de la situación sanitaria a raíz de la pandemia daba esperanzas para celebrar un salón del automóvil con la nueva normalidad. Además, julio suele ser el mejor mes del año en ventas, aunque el mercado está todavía bajo el impacto de la crisis y por debajo de los niveles de 2019.
Las esperanzas ahora están centradas en la reactivación de las compras en el segundo semestre del año gracias al efecto positivo de las vacunas y al consumo inmediato de las familias que han aumentado su capacidad de ahorro y que tienen pendientes algunas adquisiciones como las de un coche.
Pero la tercera oportunidad del salón Automobile Barcelona tendrá otros retos por delante. Solo dos semanas antes del inicio del salón barcelonés habrá finalizado el nuevo evento de movilidad que tiene lugar en Múnich y que es el heredero del Salón del Automóvil de Frankfurt. El salón alemán se ha transformado en el IAA Mobility y supone una apuesta atrevida en la reinvención de las tradicionales ferias de automoción en un evento muy centrado en la reflexión sobre los cambios de la movilidad y en experiencias para los usuarios en varios lugares de la ciudad.
Salones y congresos de movilidad
En un momento como el actual, en el que se necesitan ingentes inversiones para preparar la nueva movilidad, es lógico que los fabricantes se replanteen los viejos conceptos de un salón. Automobile Barcelona también ha iniciado su propia transición desde hace unos años, aunque en la coyuntura actual puede sufrir todavía más los efectos de la reconsideración de ciertas inversiones en tiempos en los que los consumidores conocen los nuevos modelos por internet.
Es significativo que Fira de Barcelona presentara, unos días después de anunciar el aplazamiento de Automobile Barcelona, el nuevo salón Tomorrow.Mobility, que quiere convertirse en un referente de la transformación de la movilidad urbana. Comenzará el 16 de noviembre, tan solo cinco semanas después de la finalización de Automobile Barcelona.
De momento, nos conformaremos con el Mobile World Congress, que vuelve a la feria de Barcelona a final de junio con una atención especial a los cambios en la movilidad y a las transformaciones tecnológicas que aplican los coches del presente y del futuro.