Skoda cerrará un año 2022 de contrastes en España y a nivel internacional. La marca checa ha mejorado sensiblemente su rentabilidad y la de su red comercial aunque ha vendido menos vehículos debido a los efectos de la crisis de los microchips y a la falta de otros componentes. También mejora su cuota de mercado y tiene buenas perspectivas de futuro gracias a unos pedidos acumulados en niveles récord.
La rentabilidad media de los concesionarios de Skoda en España llegó hasta el 2,7% en relación con los ingresos, lo que supone un máximo histórico que supera incluso el nivel del 2,3%, registrado en 2019, antes de la pandemia y de los problemas posteriores.
El logro de esa rentabilidad se debe al precio medio más elevado de los modelos vendidos y la reducción de costes que han hecho los puntos de venta de Skoda, según explicó Fidel Jiménez de Parga, director general de Skoda en España. La marca prevé acabar el año con unas ventas de unos 24.000 turismos, por debajo de la cifra de 2021, aunque con una mejor cuota de mercado del 3%.
Crecimiento de Skoda
Esos números serían todavía mejor si la filial española dispusiera de más coches para acelerar la entrega a los clientes. Skoda acumula en estos momentos una cifra récord de 10.000 pedidos pendientes de entregar a los clientes, que tienen que esperar una media de cuatro a cinco meses. La cartera de pedidos acumulada en 2019 rondaba los 3.000 o 4.000 vehículos, aunque con un tiempo de entrega mucho más reducido.
A la vista de la fuerte demanda de coches de Skoda, la marca espera crecer en 2023 hasta una cuota de mercado en España del 4%, lo que supone unas matriculaciones de 30.000 a 40.000 vehículos en función de la evolución del complicado contexto que vive el sector del automóvil.
"Skoda tiene potencial para alcanzar el 5% del mercado y situarnos entre las diez marcas más vendidas en el mercado español en cinco años", aseguró Jiménez de Parga en un encuentro con periodistas celebrado en Madrid.
Mercado renqueante
La mejora de Skoda se producirá incluso en un mercado todavía renqueante que no será capaz de recuperar en 2023 el nivel de ventas anterior a la crisis 2023, aunque se pasará de poco más de 800.000 matriculaciones en 2022 a unos 900.000.
La marca basará su estrategia de crecimiento en España en aprovechar una gama de modelos en la que los SUV suman más del 60% de las ventas y ampliando su presencia en localidades de 50.000 a 100.000 habitantes. Para ello no pedirán más inversiones en nuevos concesionarios, sino aprovechar las instalaciones que tiene el grupo Volkswagen y sus marcas para abrir un espacio específico para la firma checa.
Para reforzar la rentabilidad, Skoda espera doblar los coches usados que vende pasando de 6.000 a 12.000 aprovechando el tirón de estos vehículos.
