El grupo Seat sigue mejorando sus resultados en un contexto difícil por el impacto que supone tener que frenar la producción y no poder responder a todos los pedidos en el tiempo habitual. La compañía registró unas pérdidas operativas de 159 millones de euros en los nueve primeros meses de 2021, lo que supone una mejora del 45% en relación con los 'números rojos' de 2020.
La mejora registrada supone que se han recortado las pérdidas operativas en 131 millones respecto a la cifra registrada en el mismo periodo de 2020, cuando la automoción estaba saliendo todavía de los efectos de los confinamientos para frenar la pandemia de coronavirus.
Los ingresos de Seat entre enero y septiembre alcanzaron los 7.259 millones de euros, un 20,1% más, gracias, principalmente, al empuje de la marca deportiva Cupra, cuyas matriculaciones se han disparado por la buena acogida en el mercado del SUV coupé Formentor.
La contribución de Cupra
Las marcas Seat y Cupra registraron un volumen mundial de matriculaciones de 391.300 unidades en el acumulado del año hasta el pasado mes de septiembre, lo que representa un incremento del 23,5%. Las ventas de Cupra fueron de más de 58.000 unidades en lo que va de 2021, un 218% más. De esta forma, la demanda de vehículos de las marcas Cupra y Seat se encuentra ya en niveles previos a la pandemia del Covid-19.
La crisis provocada en las cadenas de suministro mundiales por la falta de chips ha impedido que Seat diera respuesta a la "alta demanda" por parte de sus clientes. La fábrica de Seat de Martorell está aplicando desde final de septiembre un ERTE para reducir los turnos de producción que esta semana ha entrado en una fase más intensa de afectación a la plantilla.
Pese a la falta de stock de microchips, la compañía asegura que está "trabajando al máximo" para alcanzar el "mejor resultado posible" de cara al cierre de 2021 y confía en que los nuevos modelos electrificados y el rendimiento de Cupra contribuyan a lograr dicho objetivo.
