El agujero negro de la burocracia redujo sus efectos en los últimos meses al entrar en funcionamiento más puntos de carga de vehículos eléctricos que lograron librarse de la burocracia. El número de puntos de recarga operativos en España, acumulados a cierre de junio de este año, era de 25.106, un 16,4% respecto a los datos del año 2022, cuando se contabilizaron un total de 21.573, según informó la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive).
La asociación también ha destacado que se estiman unos 6.800 puntos de recarga pendientes de puesta en servicio al sufrir la farragosa tramitación de permisos según los requisitos regulatorios. Esa cifra supone una mejora del 8% respecto a los 7.400 puntos que estaban atrapados por la burocracia de las administraciones y de las distribuidoras eléctricas.
Aedive ha explicado que este descenso es "positivo", aunque con margen de mejora, puesto que la agilidad en la tramitación y puesta en servicio se identifica como una de las barreras todavía persistentes en el desarrollo del mercado. Todas las organizaciones del sector reclamaron a los partidos que se presentaban a las elecciones generales del 23J que aceleraran los trámites interminables para poner en marcha un punto de recarga de coches eléctricos.
1.000 puntos al mes
Teniendo en cuenta tanto los puntos operativos como los pendientes de puesta en servicio, Aedive ha subrayado que se ha constatado un ritmo de crecimiento en torno a un millar de puntos de recarga públicos al mes en estos seis primeros meses de 2023, ritmo que no obstante, se tendrá que acelerar para el cumplimiento de los objetivos de España en el ámbito de la movilidad eléctrica.
En cuanto a la utilización, se observa un uso medio estimado del 5,7%, superior en 1,5 puntos al 4,2% reportado en el anuario de 2022, si bien hay variabilidad en función de ubicaciones y potencias.