El Area Metropolitana de Barcelona (AMB) puso en marcha en 2015 un plan para disponer de 10 puntos de carga rápida de vehículos eléctricos. El acuerdo entre la entidad y las empresas Nissan, Renault y BMW completó la red en 2018, pero desde entonces se han sucedido los problemas técnicos, hasta el punto de que en los últimos meses hacían prácticamente imposible la carga. Finalmente, después de múltiples quejas de los usuarios por su desesperación, AMB ha reaccionado y ha anunciado un recorte en el pago y la imposición de una sanción a las empresas que se encargan del defectuoso mantenimiento y la apertura total de la red.
Los 10 puntos de carga de AMB han sufrido reiterados y prolongados parones en el servicio. "Fallo de comunicación con el punto de carga", era el mensaje de error que daba la aplicación de AMB mediante la que se activan los puntos de carga. La imagen de usuarios desesperados peleándose con el móvil y el punto de carga en la calle era algo habitual y había suscitado numerosas quejas en foros de movilidad electrica como Electromaps.
Los avisos de avería enviados a AMB nunca recibían respuesta, tal como ha podido comprobar esta web en numerosas ocasiones. Con un poco de suerte, al cabo de un tiempo el punto de carga se reactivaba pero volvía a fallar poco después.
Contrato de 3,1 millones
Pero las quejas y la inoperancia de la red de carga de vehículos eléctricos han tenido finalmente respuesta por parte del organismo metropolitano, que ha anunciado una penalización en forma de rebaja en el pago de las facturas de mantenimiento así como el inicio de un expediente sancionador contra la concesionaria del servicio. Según AMB, la compañía "ha intentado varias estrategias para diagnosticar la avería y resolverla, aunque el problema persiste y afecta los 10 puntos de carga rápida de la red".
El mantenimiento de la red de AMB fue adjudicado a una unión temporal de empresas creada al 50% por las sociedades Etra Bonal y Gestión Inteligente de Cargas por un importe de 3,1 millones de euros, según publicó el BOE. AMB considera que la empresa está incumpliendo ese contrato, en el que se comprometía a dar servicio de mantenimiento 24 horas al día mediante un técnico informático con dedicación y dos operarios con dedicación plena, así como otros tres empleados de dedicación parcial.
En respuesta a los fallos, AMB ha abierto la red de puntos de carga para permitir que se enchufen los coches sin necesidad de activarlos previamente mediante la app del móvil. Esta reapertura de los puntos de carga junto al mantenimiento de la gratuidad para los usuarios se ha ha convertido en un poderoso atractivo para los propietarios de vehículos eléctricos.
Fuga de usuarios de Barcelona
Algunos de los usuarios que recargaban las baterías de sus coches en los puntos de Barcelona han optado por desplazarse a municipios del área metropolitana para evitar así el pago de las nuevas tarifas impuestas desde el día 18 de enero. "Desde el pasado 18/1/2021, no he vuelto a pisar ningún punto de recarga de Endolla Barcelona (la red municipal), Tampoco he vuelto a hacer gasto en las cafeterías, bares y restaurantes próximos", asegura uno de los damnificados por la decisión del Ayuntamiento de Barcelona de acabar con la gratuidad de sus puntos para coches eléctricos. El mismo usuario ha empezado a recargar su turismo fuera de Barcelona, en la red de AMB que sigue siendo gratuita.
Los propietarios de vehículos eléctricos consideran que las tarifas aplicadas por el Ayuntamiento de Barcelona son del todo abusivas, hasta el punto de que el Síndic de Greuges acaba de abrir una investigación y ha recordado que "uno de los objetivos europeos es el de la descarbonización del transporte y que la electrificación de la movilidad es una de las principales tecnologías para conseguirlo".
Los afectados, además de buscar alternativas para la carga, auguran la pérdida de atractivo para la compra de coches eléctricos, que tienen precios más elevados en el mercado y que ahora pierden la ventaja de los 518 puntos de carga de la ciudad de Barcelona.
Las tarifas que cobra Endolla Barcelona llegan a un máximo de 0,49 euros por kWh, un precio que supone un aumento del 226% en relación con el máximo que paga en casa por la electricidad.
Barcelona quiere atraer a empresas
La indignación de los usuarios no solo se debe a los precios desorbitados, sino también a los numerosos fallos que tienen los puntos de carga de Endolla Barcelona, al igual que sucede con los del Área Metropolitana de Barcelona. Quizá por ese motivo la concejal de Movilidad, Rosa Alarcón, justificó las tarifas para atraer a empresas privadas con el fin de instalar y operar puntos de carga.
El 'tarifazo' del Ayuntamiento de Barcelona es visto como un precedente peligroso por el riesgo de que otras administraciones sigan los pasos de la capital catalana ante el aumento de coches eléctricos e híbridos en circulación, que eleva la factura que supone para las administraciones que siguen apostando por incentivar la movilidad eléctrica asumiendo el coste.
El temor se centra ahora precisamente de forma inmediata en la red de AMB, una entidad que mantiene la gratuidad a pesar de que está presidida por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.