Aunque todavía faltaban siete meses para su celebración, el Salón del Automóvil de París ha optado por cancelar la edición de 2020. La causa argumentada para cancelar un salón que data de 1898 es, nuevamente, la epidemia de coronavirus y las consecuencias que se prevé que tenga en un sector como el de la automoción, que ha resultado muy tocado.
El Salón del Automóvil de París, que estaba programado del 1 al 11 de octubre en el espacio ferial de la Puerta de Versalles, es la segunda gran feria de la automoción que cae víctima del Covid-19 después de la cancelación del Salón del Automóvil de Ginebra, que tenía que celebrarse a principios de marzo. En un comunicado, los máximos responsables de la organización del evento, Luc Chatel y Frédéric Bedin, justificaron la renuncia a esta edición "en su forma actual" por "la gravedad de la crisis sanitaria sin precedentes en la que el sector del automóvil, golpeado de lleno por la onda de choque económico, se juega su supervivencia".
Un portavoz explicó a Efe que, en estos momentos "hay muchas incertidumbres" sobre la posibilidad de mantener una feria multitudinaria como ésta. El portavoz recordó que en la última edición en 2018 hubo un millón de visitantes. Además, añadió que un salón de este tipo necesita una preparación intensa con los expositores y otros socios que en las circunstancias actuales no es posible.
Eventos de movilidad alternativos
La cancelación con siete meses de antelación llega en un contexto de replanteamiento de la presencia de muchas marcas en los grandes salones por la elevada inversión que supone. En la anterior edición de 2018, el Salón de París sufrió importantes bajas de fabricantes encabezados por Volkswagen, Ford y Nissan.
En lugar del salón convencional se mantienen, al menos por el momento, otros eventos paralelos en los que únicamente participan empresas y que en su mayor parte no se iban a desarrollar en el espacio ferial, en concreto Movi'On y Smart City sobre la movilidad sostenible. Para eso se están estudiando "soluciones alternativas" en estrecha relación con los socios implicados.
Los organizadores subrayaron que "nada será como antes y esta crisis debe enseñarnos a ser ágiles, creativos y más que nunca innovadores". La de octubre debía ser la edición número 121 del Salón del Automóvil de París, que nació en 1898.
