La tendencia de convertir vehículos en nuevas versiones de cámper llega a extremos sorprendentes. Un millonario muy exigente e imaginativo podrá estrenar esta primavera el encargo que hizo a Rolls-Royce. Un descapotable preparado para montar un pícnic de superlujo en cuaquier momento.
Se llama Rolls-Royce Boat Tail (cola de barco) y bajo su larga zaga no esconde un maletero al uso, sino todo lo necesario para acampar y disfrutar de una comida o un aperitivo. No le falta nada: va equipado con mesas de cóctel, neveras para mantener el champán a seis grados, compartimentos para copas de cristal, vajilla de porcelana y cubertería de plata y una sombrilla del mismo color azul celeste que el descapotable. Se supone que el personal de servicio que prepara el ágape viaja en otro coche.
Personalización de coches
El Rolls-Royce Boat Tail ha sido construido a mano durante cuatro años de acuerdo con las especificaciones de un cliente anónimo. "El resultado es uno de los coches más notables de la historia. Incluso diría que probablemente ni siquiera es un coche", aseguró Torsten Muller-Otvos, consejero delegado de Rolls-Royce Motor Cars.
Este modelo camperizado es la primera creación de una nueva división creada por la firma británica propiedad de BMW para los caprichos fuera de lo normal de sus ricos clientes Coachbuild. El acceso a esta parte de Rolls-Royce solo se podrá hacer por invitación de la marca. La compañía tiene otros dos encargos por ahora.
