Coachbuild es la división más exclusiva y especializada del servicio de personalización de Rolls-Royce, Bespoke, es algo así como el taller de alta costura del fabricante británico, propiedad de BMW desde 1998. Solo fabrica vehículos únicos, de forma artesanal y hechos a la medida de los sueños de unos clientes dispuestos a no mirar la factura. Empezó a funcionar en 2017 tras hacer el Sweptail, un coupé biplaza con un gran techo de cristal panorámico que se inspiró en los lujosos vehículos de los años 20 y 30 del siglo XX. Era un encargo que había recibido la marca en 2013. Desde entonces ha hecho cinco unidades que son auténticas obras de arte sobre ruedas, los Boat Tail de 2021 y 2022, Amethyst y Rose Noir en 2023 y acaba de desvelar el Rolls-Royce Arcadia, un encargo de 2019 y que se ha entregado en su casa a su propietario, un millonario de Singapur.
El diseño de Arcadia, nombre que hace referencia al lugar que la mitología griega situaba “entre el cielo y la tierra”, se basó en un boceto hecho a mano en 2019 y ha exigido más de cuatro años de trabajo. Es el primer roadster de la era moderna de Rolls Royce y para hacerlo realidad los ingenieros y diseñadores de Coachbuild recogieron los gustos e inquietudes de quien es ya su propietario: la arquitectura y el diseño de formas orgánicas y naturales, los jardines tropicales modernistas que hay en Singapur, Indonesia o Vietnam y la náutica. Lujo en un ambiente que transmite paz y armonía.
Rolls-Royce Arcadia
Diseñadores al servicio de ricos
Para Chris Brownridge, director ejecutivo de Rolls-Royce Motor Cars, “el encargo de Arcadia Droptail muestra al mundo nuestra ambición y habilidades. Rolls-Royce Coachbuild es la máxima expresión de la marca y un concepto único en el sector del lujo. En este departamento las personas más influyentes del mundo colaboran con nuestros diseñadores, ingenieros y artesanos para dar vida a ideas completamente nuevas”.
La carrocería de este biplaza está pintada de un color blanco sólido en el que se han mezclado partículas microscópicas de aluminio y vidrio que consiguen brillo y profundidad cuando le da la luz. Ese tono claro se combina con el color plata. A diferencia de los anteriores Droptails, la fibra de carbono que se usa para hacer las secciones inferiores se ha pintado de un color plata sólido, mientras la parrilla frontal, los marcos de las luces y las llantas de 22 pulgadas están cromadas como en los clásicos RR.
Interior del Rolls Royce Arcadia
Madera tropical única
La madera es otro elemento fundamental del Rolls-Royce Arcadia, en su construcción se ha utilizado una tropical muy rara que se encuentra en Bolivia y el sur de Brasil, el palisandro Santos Straight Grain. Se escogió por su textura y dibujo, pero su dureza exige un trabajo artesanal muy experimentado para evitar que se quiebre. Esta madera reviste la parte trasera, que recuerda la cubierta de un yate, los laterales, el habitáculo, el salpicadero y la consola central. En total se utilizaron 233 piezas de madera para todo el vehículo, 76 sólo para la cubierta trasera. Para proteger la madera, en vez de utilizar un recubrimiento de náutica que exige un mantenimiento periódico, se desarrolló una laca especial que sólo se aplica una vez durante toda la vida útil del automóvil. En el proceso de desarrollo y pruebas de esta laca se invirtieron más de 8.000 horas.
Para el tapizado de los dos asientos y los guarnecidos interiores se ha utilizado cuero en dos colores exclusivos, nunca más se volverán a usar. El tono dominante es el blanco, que enlaza con la pintura de la carrocería, y se combina con un tono tostado que combina con la madera. La exclusividad del Arcadia la remada un reloj encastrado en el salpicadero y desarrollado específicamente para este modelo, solo el ensamblaje exigió cinco meses de trabajo que culminaban dos años de desarrollo. Se inspira en los primeros relojes que llevaban los Rolls-Royce.
