Rivian se encuentra en un momento crítico. Necesita con urgencia aumentar su ritmo de producción y reducir sus enormes pérdidas antes de que la bola de sus números rojos y sus dificultades operativas se haga más grande. La nueva marca ha fabricado 8.000 vehículos eléctricos desde el inicio de sus operaciones industriales pero perdió 3.305 millones de dólares en la primera mitad de 2022.
Solo en el segundo trimestre del año, Rivian perdió 1.708 millones por su actividad ordinaria en un difícil contexto para conseguir los suministros de componentes y con una fuerte subida de precios de materiales. Estos resultados suponen triplicar sus pérdidas de hace un año. Los ingresos de Rivian en los seis primeros meses de 2022 llegaron únicamente a 459 millones de dólares.
Impacto en Amazon y Ford
Estas pérdidas han repercutido negativamente en los accionistas de Rivian, entre los que se encuentran Amazon y Ford, que registraron importantes agujeros en sus cuentas por culpa de los apuros de la startup de la movilidad eléctrica.
La dirección de Rivian está ahora bajo presión para mejorar sus cuentas y no convertirse en una máquina de perder dinero en el momento delicado de su despegue industrial y comercial. Las dificultades de producción de Rivian han llevado a Amazon a buscar proveedores alternativos para sus 100.000 furgonetas eléctricas que encargó a su participada.
Pese a todo, Rivian mantiene su previsión de acabar el año 2022 con una producción de 25.000 vehículos, aunque ha empeorado su expectativa de resultado, que puede ser de 5.450 millones de dólares en pérdidas frente a los 4.750 que preveía anteriormente.
Recorte del 6% de plantilla
Aunque Rivian dispone todavía de 15.463 millones en su caja para pagar los gastos y las inversiones necesarias para arrancar y ganar volumen, tras gastar 2.960 millones en el primer semestre. Entre los nuevos recursos disponibles de Rivian se encuentran los 1.760 millones invertidos por George Soros hace unos meses desafiando la fuerte caída de als acciones en bolsa, que fue del 62% desde enero.
La presión se centra ahora en el recorte de los gastos de todo tipo, desde logísticos a los de personal. Rivian ha puesto en marcha un plan para reducir en un 6% la plantilla, formada por más de 10.000 empleados, que no afectará el personal de producción, sino el de oficina, según explicó el consejero delegado y fundador de Rivian, RJ Scaringe a los empleados.
El ingeniero formado en el MIT R.J. Scaringe se aficionó de joven a los deportivos y a la mecánica y puso en marcha Rivian con el apoyo financiero de Sumitomo Corp. of America y el holding de Arabia Saudí Abdul Latif Jameel. Actualmente cuenta con unos 600 empleados y, hasta la presentación en Los Ángeles, se caracterizó por su discreción.