El desarrollo de los nuevos vehículos eléctricos se ha convertido en algo estratégico para la industria y para el mercado automovilístico. Hasta tal punto que las inversiones multimillonarias suelen estar rodedas de un halo de proteccionismo, como demuestra la última media aprobada en EEUU de dar ayudas solo a los coches eléctricos fabricados en el país. Esta medida no ha sentado nada bien a la Unión Europea, que ha puesto sobre aviso al Gobierno de Joe Biden del riesgo de una guerra comercial a cuenta de los vehículos eléctricos.
La Comisión Europea ha expresado este jueves su alarma con el plan aprobado por el Senado estadounidense en materia de impuestos, clima y salud, que incluye ayudas de casi 7.400 euros solo para la compra de coches eléctricos fabricados en Estados Unidos, al considerar que este elemento es discriminatorio para los fabricantes europeos. También prevé una bonificación de 4.000 dólares para coches eléctricos usados.
Bruselas ve discriminación
"La UE está profundamente preocupada con el plan, creemos que discrimina a fabricantes extranjeros respecto a los estadounidenses y que es incompatible con las normas de la Organización Mundial del Comercio", ha afirmado la portavoz comunitaria de Comercio, Míriam García, en rueda de prensa. Esta afrimación suele ser la antesala para responder con medidas similares como represalia, como se vio en el amago de guerra comercial del sector del automóvil desencadenada por Donald Trump al imponer aranceles a las importaciones.
La portavoz de Bruselas ha urgido a Washington a retirar los "elementos discriminatorios" de la ley y garantizar que cumple con los estándares de la OMC. Aunque ha recalcado que la UE y Estados Unidos comparten el objetivo de avanzar en la movilidad sostenible por su impacto en la reducción de emisiones y la transición verde, para Bruselas resulta clave que las medidas puestas en marcha al otro lado del Atlántico "sean justas".
Ayudas en Europa
La preocupación de Bruselas es comprensible teniendo en cuenta que el mercado de Estados Unidos es uno de los principales destinos de las exportaciones de vehículos, tanto de combustión como los nuevos eléctricos de más valor. Al no poder beneficiarse de las nuevas bonificaciones, los coches eléctricos europeos que se vendieran en EEUU se encarecerían frente a sus competidores estadounidenses. Las ayudas en vigor en los países de la Unión Europea, como las del plan Prever de España, no incluyen cláusulas proteccionistas y no discriminan por el origen de su producción, sino por otros aspectos como el precio, que deja fuera los modelos de Tesla.
LAs nuevas ayudas a la compra de turismos eléctricos de EEUU se enmarcan en la Ley de Reducción de la Inflación, legislación clave en materia de impuestos, clima y salud, con una dotación de 433.000 millones de dólares (424.172 millones de euros al cambio actual) y que incluye ayudas a la compra de nuevos vehículos eléctricos.
