Renault sigue explotando la nostalgia de su pasado. Desde que Luca de Meo llegó a la presidencia del grupo francés ha buscado reproducir la fórmula que tanto éxito le dio en Fiat, actualizar un modelo mítico del pasado de la marca, ya desaparecido y convertirlo en un éxito. El problema, quizás, es que Renault siempre fue una marca popular y de capital público, con poco glamour, limitado diseño y más bien sosa. En su historia no tiene un 500, un Mini o un 2CV.
Tras el nuevo R5, la actualización 100% eléctrica del siglo XXI que ya se puede comprar, recupera un modelo del pasado que se convierte ahora en un eléctrico con vocación chic. Le llega el turno al Renault 4, el popular ‘cuatro latas’, que se fabricó durante de tres décadas, entre 1961 y 1992, y del que se vendieron más de 8,13 millones en todo el mundo. Se fabricó en España, en la histórica planta de Valladolid, además de, por supuesto, en Francia, pero también en Argentina, Colombia, Eslovenia y hasta en Venezuela, Sudáfrica o Australia. Fue un coche global y el cuarto más vendido de toda la historia.
Fama de coche duro
En España fue un coche duro y resistente, una herramienta de trabajo capaz de moverse con la soltura de un 4x4 por pistas y trialeras cargado con patatas o cualquier mercancía. Y algunos lo siguen haciendo hoy. En Francia tuvo versiones un poco más sofisticadas, como La Parisenne, que no llegó al mercado español.
Más de tres décadas después de su desaparición, Renault resucita el R4 en versión siglo XXI, 100% eléctrico, funcional, versátil y con la vocación de ser un icono de estilo a través de “reinterpretar los elementos fundamentales del modelo clásico en clave tecnológica” como explica la responsable de su diseño, la española Paula Fabregat-Andreu. Aunque yo lo pude ver unos días antes, se ha desvelado en el Mondial de l’Automobile (Salón del automóvil de Paris). La producción arranca en primavera y se empezará a vender en la primera mitad de 2025. A principios del próximo año conoceremos su precio que, dadas sus características, y su personalidad no será barato.
El nuevo Renault R4 está construido sobre la misma plataforma que el R5, la AmpR Small, destinada exclusivamente a modelos 100% eléctricos, por lo que no tendrá en el futuro versiones térmicas o híbridas. Fabregat señala que esta limitación de motorizaciones (y quizás de ventas) supone una ventaja para el diseño y el confort a bordo, al permitir colocar las ruedas en los extremos de la carrocería y que no haya túnel central.
Fabricado solo en Francia
A diferencia de su antepasado, el ‘cuatro Latas’ del siglo XXI va a ser sólo francés. Se producirá a partir de marzo de 2025 en la planta de Maubeuge, en la que se beneficia de las inversiones realizadas en 2021 para producir el nuevo Renault Kangoo. El motor eléctrico se hace en Cleon y las baterías en Ruitz. Es un producto de Ampere, la división eléctrica del grupo Renault, además el 75% de sus proveedores están ubicados en un radio de 300 km alrededor de la fábrica, en la región que se ha llamado ElectriCity.
Utiliza el mismo motor que el Scenic, pero más compacto y ligero, con dos niveles de potencia, 90 kW (120 caballos) y 110 kW (150 caballos), el primero con un par de 225 Nm y el segundo de 245 Nm. Las baterías son de iones de litio con una capacidad de 40 kWh y una autonomía WTLP de más de 300 km con el primer motor y de 52 kWh y hasta 400 km con el segundo. Ambas tienen carga bidireccional, es decir que la energía acumulada en la batería se puede usar para otras funciones como hacer un café o recargar la bici eléctrica. El R4 tiene tres niveles de recuperación que se activan con unas pequeñas levas tras el volante y ofrece la posibilidad de utilizar el sistema one pedal para frenar y acelerar con un único pie.
Pese a compartir plataforma con el nuevo R5, el R4 es más grande, pero sobre todo ha crecido mucho más que su antecesor, que media sólo 3,66 metros de largo. El actual tiene 4,14 de largo, 1,80 de ancho y 1,57 de alto, con un voladizo trasero alargado y una batalla de 2,62 metros. Este nuevo modelo completa la gama de eléctricos de Renault en el segmento B. En 2026 se sumará a la familia el pequeño del segmento inferior, el Twingo E-Tech
El diseño exterior del R4 es atractivo, sofisticado y lleno de elementos que recuerdan a su antecesor. El frontal reproduce el del modelo del pasado, sustituyendo los cromados de la parrilla y el marco de los faros por tiras de luces. El logo está en la misma posición que en el modelo del siglo XX, pero ahora es de cristal y es la primera vez que un modelo de Renault tiene el robo, su logo, retroiluminado. El capó es prácticamente igual al de su antepasado, grande y muy horizontal.
Personalización y series limitadas
La trasera también reinterpreta los elementos el pasado, por ejemplo, los faros son verticales y la retaguardia está muy inclinada. Incluye accesorios en la parte inferior para darle un mayor aire retro que en el futuro servirán para crear elementos de personalización en las previstas series limitadas. El nuevo R4 nace ya con un futuro definido y lo que se espera sea una larga vida.
Entre esos elementos vintage está la tercera ventana lateral en cristal falso, pero con un dibujo grabado de los dos modelos, el abuelo y el actual. Los cortes de la carrocería son similares, menos el oblicuo lateral bajo la ventanilla delantera, que se sustituye por una pegatina en algunas versiones. Las protecciones laterales del pasado se han reproducido con unas ondulaciones en la chapa. La puerta del maletero es un poco un trampantojo porque se abre por debajo de la defensa. El portón es eléctrico y tiene sistema de apertura manos libres, con el pie. En el espacio de carga hay huecos para guardar cosas pequeñas y gomas para sujetar objetos. Todo muy organizado y bien diseñado.
El maletero es muy grande. Tiene una capacidad de 420 litros con un hueco de otros 30 litros bajo el piso plano en el que se pueden guardar los cables para la recarga. El umbral de carga es muy bajo, 607 mm, el más bajo del segmento, y cabe una tabla de surf abatiendo los respaldos de las plazas traseras y del copiloto, en total 2,2 metros. Además, tiene una capacidad de remolque de 750 kilos.
Opcionalmente ofrece un techo de lona (como el antecesor) que cubre toda la parte superior, con una apertura de más de casi 1,5 metros de largo y 80 de ancho con lo que los pasajeros de las plazas traseras también pueden viajar a cielo abierto. Se abre con un botón en el techo entre las dos plazas delanteras o con una orden de voz. Renault ha trabaja con el suministrador de esta pieza, el especialista Webasto, para conseguir un techo de lona lo más ligero posible, algo fundamental en un eléctrico. También ofrece la posibilidad de barras en el techo.
Más de 670 combinaciones
Pese a compartir interior con el R5, utiliza materiales y tejidos diferentes como tela vaquera o pata de gallo, un tejido habitual en la sastrería. El resultado son más de 670 combinaciones diferentes, salvo en las llantas que son siempre de 18 pulgadas aunque no con el mismo estilo. Los diseñadores de Renault han hecho un esfuerzo para conseguir la máxima personalización del R4 además de crear un paquete de originales accesorios que comparte con el R5. Se puede elegir entre un único color para la carrocería, todos en la gama e los pasteles y tierras muy similares a los del original, incluso hay un azul casi igual, o bitono, con el capo y el techo en negro. Incluso se puede pedir de fábrica con pegatinas.
Se comercializará en tres terminaciones, Evolution, Tecno e Iconic, las dos últimas son las que pueden llevar el techo de lona. Además de pespuntes amarillos en las tapicerías del interior en el salpicadero y los asientos, imitando los relojes deportivos, entre los accesorios hay carcasas para personalizar la palanca del cambio, que está tras el volante, piezas realizadas con impresoras 3D para tapar la consola central e incluso una cesta de mimbre para guardar la baguette o unas flores. Hacía años que no se lanzaba un coche en el que el estilo y los accesorias tienen tanta importancia. Quizás desde el Fiat 500, que fue responsabilidad del actual CEO de Renault, Luca de Meo, entonces como responsable de márketing