El piloto de F1 Daniel Ricciardo contribuirá este fin de semana, en la carrera del circuito de Ímola, al desarrollo de los nuevos modelos híbridos de Renault. La gama E-Tech de Renault comenzó en los monoplazas de Fórmula 1 y con un motor eléctrico hecho con piezas de Lego. El resultado de esa combinación es la gama de coches híbridos autorecargables y enchufables de Renault que acabamos de probar en la web Coche Global.
El mercado automovilístico se está llenando de híbridos, que, de momento, tienen más demanda que los eléctricos. Renault ha contribuido a ampliar la oferta de esos híbridos con la gama E-Tech, centrada por ahora en los modelos Clio, Captur y Mégane. El primero no se puede enchufar pero se beneficia de la adaptación de Renault de la tecnología de hibridación suave. El Captur y el Mégane E-Tech son enchufables y presumen de ofrecer una autonomía en modo exclusivamente eléctrico de hasta 65 kilómetros en ciudad y de 50 kilómetros en modo mixto.
La tecnología E-Tech de Renault se remonta a sus primeros eléctricos, algunos con baterías sustituibles, y a su exitoso coche urbano Zoe. Los conocimientos y la experiencia de Renault en la movilidad eléctrica, que le ha llevado a vender en estos momentos unos 10.000 coches sin emisiones cada mes en todos sus mercados, junto con el desarrollo del motor híbrido para la Fórmula 1 han constituido la base para la hibridación de la marca francesa.
Todo empezó con un Lego
Pero en 2010 sucedió algo que fue decisivo para el desarrollo de los híbridos E-Tech. Nicolas Fremau, experto en cajas de cambio de la compañía, se puso un reto: desarrollar una nueva transmisión para una propulsión híbrida mediante piezas de Lego. Fremau llevó su juguete a sus jefes, que le encargaron el desarrollo de proyecto con piezas reales.
Desde entonces, la marca ha ido preparando su desembarco en el mercado de los híbridos para aprovechar su rápido crecimiento. Desde 2020, los consumidores tienen más opciones para comprar los modelos más populares de Renault, que en el caso del Captur y del Mégane se fabrican en las plantas de Valladolid y de Palencia, respectivamente. El 'made in Spain' puede ser un argumento más para convencer a los interesados en dar un primer paso hacia la movilidad eléctrica pero sin perder la autonomía que proporciona el motor de gasolina.
Los conductores de los modelos Clio, Captur y Mégane E-Tech no tienen que preocuparse por la pérdida de prestaciones ya que se benefician de lo contrario, precisamente de la potencia extra que proporciona la batería y del ahorro de combustible. Y, por supuesto, contaminarán menos.
Quizá tienen que preocuparse más del salto al cambio automático para los siempre han tenido uno manual. La caja de cambios de 15 velocidades eléctricas, térmicas o mixtas -heredera del experimento con Lego- reúne algunas de las 150 patentes que ha registrado Renault con el desarrollo de su tecnología E-Tech. La sensación de conducción que proporciona esa caja de cambios 'milagrosa' es se una gran suavidad y eficiencia al ir dosificando la entrega de la potencia en función de la demanda que hace cada conductor.
Hasta 160 CV
Por supuesto, el arranque es exclusivamente eléctrico, hasta el punto de que uno no sabe si el motor está en marcha a no ser por las lucecitas de los indicadores o por unas señales acústicas.
Los híbridos enchufables van equipados con dos motores eléctricos que se combinan con uno de gasolina 1.6 que actúa como propulsor o generador de electricidad. La potencia combinada es de 140 CV para el nuevo Clio y de 160 CV para el Captur y el Mégane.
El Clio híbrido no enchufable puede ahorrar un 40% de carburante y da unas emisiones de 96 gramos de CO2. Según la marca, puede circular hasta un 80% del tiempo en modo eléctrico en ciudad, con lo que consigue ese importante ahorro de carburante (consumo homologado de 4,5 litros) con una pequeña batería de 1,2 kWh. En nuestra prueba no llegamos a esos porcentajes, que dependen mucho de la velocidad ya que, por lo general, a partir de 45 o 50 kilómetros por hora se activaba el motor de gasolina. El Clio E-Tech es, sin duda, una buena opción urbana si no queremos ir de enchufe en enchufe gracias a su etiqueta Eco de la DGT.
El siguiente paso en la intensidad de la electrificación son el Captur y el Mégane con etiqueta Cero gracias a una autonomía solo eléctrica de hasta 50 kilómetros en el ciclo de homologación WLTP con una batería de 9,8 kWh. Al conducir estos dos modelos, nuestra percepción fue la de una mayor electrificación que el Clio, al aguantar solo con el motor eléctrico a velocidades más elevadas de superiores a 50 km/h y con unos consumos mucho más moderados si circulamos con la batería bien cargada. Según la marca, llegan a 1,5 litros para el Captur y 1,3 para el Mégane, aunque como en todos los híbridos esos consumos están calculados en los primeros 100 kilómetros. A partir de ahí, los consumos del motor de gasolina 1.6 se incrementan al reducirse la ayuda eléctrica.
Los precios van de 21.533 a 23.970 euros para el Clio híbrido con etiqueta Eco; en el Captur enchufable va de 31.024 euros a 32.306 a los que hay que restar 2.600 euros del Plan Moves si se achatarra un coche viejo; y el Megane Sport Tourer va de 30.906 a 33.766 euros menos la ayuda del Moves, con una versión para empresa de 31.750 euros.
Este modelo es uno de los finalistas en el Premio Best Car Coche Global 2020.