Los SUV siguen de celebración al encadenar nuevos récords. Los todocaminos alcanzaron un peso en las matriculaciones totales en Europa del 42% en 2019, seis puntos más que un año antes. Son los vehículos que marcan la tendencia y que han ido absorbiendo cada vez más cuota de mercado. Pero hay indicios de que el reinado de los SUV en el mercado automovilístico puede estar amenazado.
Los 'crossover', una mezcla de los antiguos todoterrenos con características de un turismo, son omnipresentes y han ido conquistando todos los segmentos de mercado. Incluso Ferrari prepara el lanzamiento de un SUV deportivo de lujo con el nombre de Purosangue. Al igual que pasó hace unos años con el diésel, los SUV se están comiendo todo el mercado. La cuota de mercado ha crecido desde el 22% en 2014 al 42% en diciembre de 2019, según los datos de Jato Dynamics.
Dura competencia en los SUV
En un mercado afectado por la incertidumbre y el estancamiento o la caída -como en España-, las marcas pugnan por arañar ventas en el pastel al alza de los SUV. Volkswagen cuenta con una cuota de mercado del 22% en las matriculaciones globales de SUV en Europa, seguida de la alianza Renault-Nissan y de PSA en segunda y tercera posición. Los modelos más vendidos fueron el Ford Kuga, Dacia Duster y Renault Captur.
Pero los SUV se enfrentan a nuevos desafíos relacionados con las emisiones de gases contaminantes que generan, que son mas altas que las de otros vehículos convencionales como turismos compactos familiares o las berlinas. Su "elevada contribución a las emisiones de CO2" por su peso más alto provoca un "riesgo de posibles multas", según advierte la consultora Jato.
De hecho, los concesionarios de automóviles agrupados en Faconauto advierten de que el auge de los SUV, junto a la sustitución de los motores diésel por los de gasolina, crean el caldo de cultivo que ha dado como resultado un aumento de las emisiones medias de CO2 de los coches nuevos vendidos.
Hacienda gana con más CO2
A las arcas públicas no la va nada mal esa subida de las emisiones de CO2, que repercute en un incremento de la recaudación del impuesto de matriculación, que fue del 21% hasta noviembre de 2019. Aunque los SUV pagan más impuesto de matriculación por sus mayores emisiones de CO2, para el Gobierno no es suficiente.
Los todocaminos pueden convertirse en los grandes perjudicados, junto a los coches viejos, de la reforma fiscal que prepara el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Una de las novedades será la actualización de los niveles de CO2 a partir de los cuales se paga el impuesto de matriculación, situado ahora en 120 gramos y que podría rebajarse en consonancia con las mayores exigencias de la UE, que fija un objetivo medio para los fabricantes de automóviles generalistas de 95 gramos a final de 2020.
Penalización de los SUV
La penalización de los vehículos de combustión interna podría convertirse en un mecanismo para incentivar la compra de coches eléctricos, que saldrían más a cuenta que ahora al reducir la diferencia con los diésel y de gasolina.
Además, Hacienda quiere modificar los criterios actuales del impuesto de circulación que cobran los ayuntamientos vinculándolo a la normativa Euro o a la etiqueta medioambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT).