El fin de la gratuitad para las recargas de los coches eléctricos en la red municipal de Barcelona está generando una auténtica rebelión. La decisión del Ayuntamiento que dirige Ada Colau de empezar a cobrar a partir del día 18 de enero ha sentado como varios jarros de agua fría y ha generado numerosas críticas, que llegan desde concesionarios, oposición y usuarios de vehículos eléctricos.
Los concesionarios de de Barcelona y de toda Cataluña, agrupados en el Gremi del Motor y Fecavem, respectivamente, han mostrado "sorpresa e indignación" ante la nueva medida de Barcelona. En un comunicado, ambas entidades han lamentado que no se les "tenga en cuenta" a la hora de tomar este tipo de decisiones.
Para los vendedores de vehículos, los coches eléctricos son la "solución óptima para muchos usuarios" gracias a su presencia creciente en las calles y al crecimiento de la oferta de los fabricantes, por lo que ven contraproducente la eliminación de la recarga gratuta en la red Endolla Barcelona, que era uno de los incentivos para estimular la compra de estos turismos. Las dos patronales temen que la decisión de Barcelona se extienda por otras administraciones, lo que hará menos atractivo el vehículo electrificado.
Plan de apoyo
Como alternativa, Fecavem y el Gremi del Motor han pedido un encuentro con la alcaldesa, con quien mantienen un enfrentamiento por las medidas de restricción del tráfico en la ciudad, con el fin de exponer un plan de apoyo al comprador de un vehículo eléctrico y para rejuvenecer el parque automovilístico con el compromiso de retirar los turismos de alta antigüedad.
Ambas entidades han valorado en positivo que el Ayuntamiento de Barcelona mantenga las bonificaciones en las tarifas de estacionamiento en la zona azul y en el impuesto de circulación como incentivos para mantener "el interés del usuario en el uso de los vehículos más sostenibles".
El grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona ha tachado de "error" la medida. La presidenta de Cs Barcelona, Luz Guilarte, cree que esta decisión supone una traba para el fomento del uso del vehículo eléctrico: "Si queremos facilitar la transición hacia el vehículo eléctrico debemos implementar medidas y ayudas que favorezcan e incentiven su uso, no impedimentos", ha valorado en un comunicado.
Criticas en el foro Electromaps
La polémica ha llegado también a Electromaps, la mayor red colaborativa de usuarios de vehículos eléctricos de España. Algunos propietarios de coches electrificados han mostrado su rechazo al cobro por la recarga y también ppor los precios que aplica el Ayuntamiento de Barcelona. "No entiendo cómo petenden potenciar los vehiculos eléctricos con estos precios. Es lógico que al final haya que pagar, ¿pero al coste que cobran empresas privadas? Qué decepción", afirma uno de los usuarios afectados.
"Es el golpe definitivo al coche eléctrico en Barcelona", lamenta otro automovilista, que critica también que "el precio es disparatado" ya que es posible encontrar tarifas mucho más bajas en puntos de carga gestionados por compañías eléctricas.
Los precios que empezará a cobrar la red Endolla Barcelona a partir del 18 de enero van desde un mínimo de 0,22 euros por kWh a 0,49, en función de la frecuencia de las recargas, la franja horaria y si se trata de aparcamientos subterráneos o en la calle.
