Lexus, la marca de lujo de Toyota, crece por abajo con el nuevo SUV compacto LBX, equipado con tecnología híbrida autorecargable y con vocación urbana. El nuevo Lexus LBX se deriva del Toyota Yaris Cross y ha sido diseñado y creado específicamente para el mercado europeo. Este ha sido nuestro veredicto sobre el Lexus LBX después de someterlo a prueba.
Valoración Lexus LBX: diseño, 7,5; interior, 8,0; motor, 7,9; conducción, 7,9; global, 7,8
La marca Lexus nació en 1989 con el objetivo de dar batalla a Mercedes-Benz en el segmento de las berlinas, por eso su primer modelo fue el grande y sofisticado LS 400, rival del Clase S, en el que se inspiró. Con el paso de los años, la marca ha creado su propia personalidad y ha ampliado su gama de vehículos, que llegan ya prácticamente a todos los nichos con la característica de motores siempre híbridos y un diseño propio, anguloso y con volúmenes muy trabajados.
Con la llegada del LBX, que se ha empezado a entregar sólo hace unos meses, Lexus ha entrado en el segmento de los pequeños urbanos de lujo y lo ha hecho con su estilo y sus formas. Este es el primer modelo que la marca japonesa ha desarrollado pensado principalmente en Europa pero es un ‘made in Japan’. Se produce en la planta nipona de Iwate, al este del país.
Lexus LBX en la prueba de Coche Global
Sobre la base del Yaris Cross
El nuevo Lexus comparte plataforma con el Yaris Cross, la GA-B pero con una distancia entre ejes ampliada, vías más anchas, una mayor rigidez estructural de la carrocería y retoques en el ajuste de la suspensión, la dirección y los frenos para una mejor respuesta en cualquier situación. Estas características le dan una enorme versatilidad. El Lexus LBX es un coche urbano, que se mueve con agilidad entre el tráfico, pero también es cómodo, rápido y seguro en carretera. En ambos entornos es donde lo he probado.
El LBX mide de largo 4,19 metros, con una altura de 1,56 y 1,82 de ancho. La distancia entre ejes es de 2,58 metros lo que le da un radio de giro de 5,2 metros, perfecto para las exigencias urbanas. Aunque también cuenta con un maletero suficientemente amplio, casi 300 litros, suficiente para llenarlo con una gran compra o con las maletas de un viaje de fin de semana a unas bodegas de Rioja y regresar con alguna caja de vino. Y todo eso con etiqueta ECO.
Lo mejor y lo peor del Lexus LBX
Su estilo y su cuerpo es radicalmente personal, aunque sin el carisma retro de otros compactos. Sus líneas son clásicas, elegantes y preservan algunos elementos del estilo de la marca con una gran parrilla frontal, un capó recortado en forma de sonrisa con los faros en los laterales que dan una excelente iluminación. El diseño frontal, unido al spoiler trasero, contribuye a mejorar su aerodinámica. Su imagen exterior, sin ser rompedora llama la atención.
Parte trasera del Lexus LBX
La unidad que yo probé, con la terminación Emotion+, es bicolor, con la carrocería roja y el techo negro, unos colores que se repiten en los tapizados del habitáculo. En este caso negro con pespuntes en rojo en el salpicadero y los asientos. Se puede optar por cuero auténtico o alternativas veganas pero siempre con materiales que transmiten sensación de calidad, lujo y un perfecto montaje. Me gustó mucho el tacto del volante, como de neopreno acolchado y la pantalla central insertada totalmente en el salpicadero que, además de tener una visibilidad perfecta, evita depósito de polvo detrás. Solo chirria un poco la luz de cortesía tras los parabrisas delanteros porque es un rectángulo blanco que rompe la elegancia del interior negro.
Motor hibrido de 136 caballos
El nuevo Lexus estrena motor, el nuevo 1.5 de gasolina y tres cilindros que ha sido profundamente revisado y tiene una potencia de 136 caballos y un sistema de hibridación auto regenerativa. El conductor no interviene en la recuperación de energía que se produce al frenar y en las desaceleraciones y que luego se utiliza cuando es necesario. El resultado es un consumo más reducido. En los recorridos urbanos y extraurbanos consumió 4,8 l/100 Km, que cuando salí a autovía y tras unos 400 km se situó en 6 l/100Km, una cifra muy interesante
Al volante la posición de conducción es cómoda, con visibilidad, pero el centro de gravedad bajo permite que la posición sea más similar a la de un turismo con las piernas extendidas, lo que reduce el cansancio por hacer muchos km. La insonorización del habitáculo es muy buena, lo que unido a la transmisión suave el cambio, la agilidad de giro, la rápida respuesta del freno y el acelerador consigue transmitir inmediatamente sensación de seguridad. En marcha estable es muy silencioso, pero en fuertes aceleraciones se nota y escucha mucho la subida de revoluciones del motor. Se puede optar por tracción delantera (la que probé) y total.
El Lexus LBX es una opción sofisticada para quienes tienen que moverse por ciudad, pero también viajar en recorridos más o menos largos. El pecio de entrada es 33.900 euros. La terminación que yo pude probar cuesta 38.700 euros sin opciones y la más equipada con tracción 4x4 alcanza los 49.000 euros. Es, por lo tanto, para quienes el precio no es la primera opción.
