Ibiza prevé este año una ocupación máxima con la reapertura de toda la actividad nocturna tras dos años cerrada. Eso se está notando también en el precio de los hoteles y de todos los servicios. Pero lo más golpeado son los alquileres de vehículos que suman a una demanda disparada y una fuerte escasez de oferta. Ibiza es un ejemplo del impacto que sufrirá este verano el Rent a Car en las principales zonas turísticas, en las que el precio de los alquileres de coches puede duplicar las tarifas de 2018 y 2019, antes de la pandemia.
Según fuentes del sector en la isla pitiusa, la falta de vehículos va a hacer subir los precios más aún que en 2008, cuando la crisis financiera frenó las compras. Eso en un año en el que, según la presidenta del Gobierno balear, Ibiza va a ser este verano el motor de la economía española. Aunque no habrá rusos se han disparado las reservas de europeos. Las incertidumbres hacen que prefieran pasara las vacaciones cerca de casa en lugar de viajar al caribe o Asia donde aún hay muchos países cerrados y el covid vuelve a disparar los contagios.
Reservas a 120 euros el día
En este momento las reservas de coches con tres meses de antelación para alquileres en agosto rondan ya los 120 euros al día. Uno de los motivos es el incremento en el precio de compra de los vehículos. Las marcas no hacen descuento a los alquiladores porque ellos también tienen más demanda. Por ejemplo, si un Fiat Panda podría costar 9.500 euros en 2021 ahora su precio no baja de 14.500 al no haber descuentos ni ofertas. Hasta ahora los fabricantes cumplían sus objetivos derivando el exceso de producción al Rent a Car.
Falta de producto por los efectos en la industria del racionamiento de los chips, incremento del precio de los coches y una demanda disparada es la combinación perfecta para unos precios astronómicos en el Rent a Car. En otras zonas de la península los turistas pueden llevar su coche, pero en las islas Baleares y Canarias es más complejo y ahí se encarecen más los alquileres.
Se estima que en Ibiza, donde la flota de alquiler en verano suele ser de unos 18.000 coches, este año puede no superar los 10.000 turismos disponibles, y eso gracias a que muchas pequeñas empresas son propietarias de los vehículos y no los han vendido a la vista de lo que estaba pasando. Esa decisión repercute, a su vez, en el mercado de vehículos de ocasión, que sufre la escasez de coches jóvenes.
Las marcas cierran el grifo
Las grandes empresas de Rent a Car que tienen una gran rotación de flotas se enfrenta a un mayor problema de falta de producto. Por ejemplo, la pasada Semana Santa una gran empresa que en Ibiza contaba habitualmente con una flota de 3.000 vehículos, sólo pudo disponer de 250.
De enero a abril de 2022, las matriculaciones de vehículos para flotas de alquiler han bajado un 34,2%, y en el mes pasado, un 35,3%. En lo que llevamos de año, el sector del Rent a Car solo ha comprado 5.299 coches pese a las buenas perspectivas de actividad turística.
Detrás de estas cifras se encuentra la decisión de muchos fabricantes de automóviles de cerrar el grido de sus ventas a las empresas alquiladoras. Prefieren vender los coches disponibles a clientes particulares, que dejan una rentabilidad más alta en las matriculaciones y acumulan colas de sesis meses a un año de espera para la entrega de los pedidos. "En el contexto actual hemos reducido drásticamente, no del todo pero casi, las ventas a empresas de Rent a Car para dar prioridad a la rentabilidad", indicaba a Coche Global el director comercial en España de una de las marcas más vendidas. Gracias a esta y otras decisiones similares, los fabricantes registran récords de beneficio en un mercado a la baja.