Los precios de los carburantes siguen bajando mientras el Gobierno prepara un cambio para restringir el descuento que se puso en marcha para amortiguar el efecto de la guerra de Ucrania. De hecho, la gasolina ya cuesta igual que antes del inicio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
El litro de gasolina se ha situado esta semana en los 1,59 euros, tras retroceder un 3,16% con respecto a la pasada semana, mientras que el del gasoil se sitúa en 1,661 euros, un 2,86% menos que hace siete días. La gasolina encadena su quinta semana consecutiva de caídas y el diésel la séptima, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.
Lejos de los récords
Ambos carburantes se mantienen lejos de los máximos que tocaron este verano, cuando en julio la gasolina alcanzó los 2,141 euros y el gasóleo los 2,1 euros. El precio medio de la gasolina esta semana es el más bajo desde mediados de febrero, mientras que en el caso del díésel hay que remontarse hasta la semana del pasado 11 de abril para encontrar un registro inferior.
La gasolina y el gasóleo siguen una semana más por debajo del importe que marcaban (1,818 euros en el caso del primero y 1,837 euros para el segundo) antes de la entrada en vigor de la ayuda de 20 céntimos por litro que aprobó el Gobierno a finales de marzo.
Este importe medio de ambos carburantes incluye los impuestos, pero no refleja el descuento que entró en vigor desde el pasado 1 de abril de al menos 20 céntimos por litro, ya que hay rebajas superiores, dependiendo de la petrolera y de las promociones a los clientes fidelizados. Contando con esa subvención, el precio del litro de gasolina sería de 1,39 euros, mientras que el del gasóleo se situaría en los 1,46 euros, en ambos casos claramente inferior a los que marcaba a finales de marzo, antes de la entrada en vigor de la ayuda.
Precedente de Francia
En este contexto de bajadas de los precios, el Gobierno se está replanteando si mantiene esta bonificación, pero únicamente enfocada a algunos sectores y no de forma universal, o la elimina, dado su elevado coste y la falta de progresividad de la misma. La decisión sobre esta cuestión se prevé que se tomará la última semana del año 2022, justo antes de que acabe su vigencia. La medida fue prorrogada en el verano pasado hasta final de 2022.
La vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, indicó que la subvención generalizada de 20 céntimos por litro de combustible es una medida "controvertida", y ha ratificado que el Ejecutivo estudia mantenerla solo "para algunos sectores" económicos, como los agroalimentarios. Calviño ha recordado que la medida "tiene un impacto fiscal muy importante y no beneficia a las clases más vulnerables", sino solo a quien "tiene coche", y además no se incentiva el ahorro en carburante. El Ejecutivo esperará a final de año para ver la evolució de los precios de los carburantes y para tomar la decisión definitiva sobre el descuento de 20 céntimos a los carburantes. En cambio, se mantendrán durante todo el año 2023 los abonos gratuitos en la red de Cercanías.
El Gobierno español también tiene sobre la mesa el precedente de Francia, donde el Ejecutivo ha modificado el descuento de 15 céntimos por litro de carburante por un vale de 100 euros para los automovilistas con rentas bajas que forman parte del 50% de la población con menos ingresos. Esos 100 euros llegarán a unos 10 millones de personas, con lo que tendrá un costo para las arcas públicas de Francia de unos 1.000 millones de euros. Para una familia media que recorre 12.000 kilómetros al año, esos 100 euros representarán el equivalente de una subvención de 10 céntimos por litro de carburante.