Los vecinos supervivientes de las zonas arrasadas por las monstruosas riadas provocadas por la últma DANA claman, con toda la razón, por conocer los fallos en la prevención y en la tardía respuesta. Una semana después, y todavía con numerosos desaparecidos por localizar, siguen en pie y claman también por la reconstrucción. Se necesita un plan Marshall ágil y con los recursos necesarios para reconstruir las vidas de los supervivientes. Pese a la desgracia, ese plan abre una oportunidad para comprobar los efectos positivos de un plan Renove para sustituir las decenas de miles de vehículos destruidos o dañados.
Hasta el pasado día 8 de noviembre, el Consorcio de Compensación de Seguros había recibido ya 83.437 solicitudes de indemnización por vehículos afectados por la DANA. Previsiblemente, la cifra seguirá creciendo en los próximos días a medida que muchos propietarios localicen sus coches sepultados por el fango o en montañas de vehículos apilados por la acción del agua. Todos esos vecinos de los municipios de Valencia y otras zonas inundadas necesitarán disponer de vehículos en su nueva vida que empieza tras la reconstrucción.
De momento, el Consorcio pagará las indemnizaciones en función de las coberturas de las pólizas con una mejora del 20%, según las medidas aprobadas por el Gobierno central. Pero teniendo en cuenta la elevada antigüedad del parque automovilístico de los municipios del cinturón metropolitano de Valencia, que supera la media de 14 años, según un informe de Solera, la indemnización será de un importe reducido, insuficiente como para restablecer la movilidad con otro vehículo, a no ser que se trate de otro turismo de segunda mano muy envejecido.
Un plan Renove de grandes dimensiones
La catástrofe de la DANA nos da la oportunidad de convertir Valencia en una prueba piloto de lo que podría suceder en España con un plan Renove potente y de gran alcance. Sería el de mayor calado después de las experiencias limitadas de algunas comunidades autónomas para rejuvenecer el parque automovilístico con ayudas a la compra de turismos incluidos los de combustión de bajas emisiones además de los eléctricos.
Ese plan llegaría en un momento en el que las ventas de vehículos nuevos habían reducido su crecimiento en la provincia de Valencia a un 2% de enero a octubre, por debajo de la media de todo el país. En 10 meses se han matriculado 28.294 automóviles, por lo que las decenas de miles de coches que se tendrian que reemplazar serían también una inyección para la economía local y para esos 40 concesionarios que han sufrido importantes daños.
El Gobierno de la Generalitat Valenciana propuso, en plena tormenta sobre la gestión previa y posterior a la DANA, un plan Reonove dotado con 864 millones para unos 80.000 coches, furgonetas y motos y otro específico para 10.000 vehículos pesados con 400 millones.
Más allá de la concreción de los términos económicos y las condiciones, este plan Renove, como parte del plan Marshall general, tiene que ser un pilar de la reconstrucción de las vidas de los afectados y de la golpeada economía, también arrasada por la riada.