El Gobierno tenía un regalo de despedida para el sector del automóvil. Después de meses de bloqueo de las ayudas a la compra de coches eléctricos, el Consejo de Ministros ha aprobado por fin un plan de subvenciones a la adquisición de vehículos eléctricos. Sin embargo, el nuevo Plan Moves rebaja la cantidad de la ayuda a los compradores.
El Plan Movea que se quedó en agua de borrajas en 2018 vuelve en 2019 como Plan Moves pero con algunos cambios. El más sustancial es que la ayuda de 5.500 euros por la compra de un coche eléctrico ha sido rebajada a 5.000 euros. Además, se mantienen los 1.000 euros que da el concesionario para pagar la instalación de un punto de carga.
Diésel y gasolina, fuera del plan
Los vehículos comerciales ligeros eléctricos también recibirán una ayuda de 5.000 euros mientras que para los autobuses llegará a 15.000 euros y para las motos, a 700 euros. Al mismo tiempo, la dotación prevista del plan Movea en los Presupuestos rechazados de 67 millones queda reducida a 45 millones en el acuerdo del Consejo de Ministros.
La Federación de Concesionarios (FAconauto) ha valorado positivamente el plan, aunque ha criticado que el presupuesto vuelve a ser insuficiente y que margine los coches diésel y de gasolina como tecnologías útiles para favorecer la renovación real del parque automovilístico.