El reto del desarrollo del mercado eléctrico es descomunal, más desafiante que escalar el Everest sin bombonas de oxígeno. El secretario de Estado de Energía en funciones, José Domínguez Abascal, ha anunciado que el objetivo que se ha marcado el Gobierno en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) es aumentar el parque de vehículos eléctricos en circulación en España hasta llegar a cinco millones en 2030. Ese objetivo supone añadir nada más y nada menos que dos ceros a la exigua cifra actual. ¿Es realista?
"Es un plan ambicioso, pero ojalá la realidad lo supere. También hacen falta inversiones en infraestructura, y aquí entran tanto fabricantes de automóviles como las compañías energéticas, que son las que finalmente van a suministrar la materia prima", ha explicado Domínguez Abascal en Foro Nissan de la Movilidad Sostenible celebrado en Madrid.
A juzgar por sus palabras, no parece muy preocupado por lo que supone poner ese horizonte de cinco millones de vehículos eléctricos. La realidad a final de 2018 es que en el parque automovilístico de España había 54.209 vehículos eléctricos e híbridos enchufables, según recoge la última memoria de la Asociación de Fabricantes de Automóviles (Anfac) con datos de la DGT. Es decir, que hay a esa cifra hay que añadirle dos ceros, un 1.200% más en solo 10 años.
14.000 nuevos vehículos en 2019
Queda el consuelo de que el parque ha sumado otros 14.042 vehículos eléctricos e híbridos enchufables de enero a octubre de 2019. Con estas incorporaciones, España ya contaría con 68.251 vehículos electrificados sin descontar posibles bajas. A ese ritmo de incremento, España sumarría solo 168.000 vehículos eléctricos e híbridos enchufables en 10 años en lugar de los 4,9 millones planificados.
Los planes del Ejecutivo en funciones, que tendrán que pasar por el filtro del Gobierno que salga de las elecciones del 10 de noviembre, parte de algunas previsiones anteriores que han fracasado estrepitosamente. La más sonada fue la del plan del ministro de Industria Luis Sebastián, que en 2010 vaticinó que el parque de vehículos eléctricos llegaría a 250.000 en 2014. La realidad es que cinco años después de esa fecha. España está muy lejos de llegar a ese nivel.
En el desarrollo de la movilidad eléctrica puede ayudar la obligación recogida en el plan energético de que las ciudades con más de 50.000 habitantes dispongan de zonas de bajas emisiones con la circulacion restringida a los coches más contaminantes. El secretario de Estado ve la movilidad sin emisiones como un elemento "imprescindible" para descarbonizar la economía en 2050. "Debemos transformar la manera en que generamos la energía y en la que nos movemos", ha señalado.
Emisiones de los automóviles
Según Domínguez Abascal, el 27% de las emisiones de efecto invernadero en España proviene del sector del transporte, mientras que si también se suman las del sector energético y la industria, esta cifra asciende a más de un 70%. Estos tres sectores deben ser el "foco de la transformación" hacia una economía sostenible. Los fabricantes de automóviles están en la "mejor posición", según el secretario, para liderar este cambio, gracias a la aparición de nuevos modelos de negocio como el 'carsharing' o el 'motosharing', la agregación de movilidad y la fabricación y el uso de las baterías como parte del sistema eléctrico.
"Da un poco de vértigo porque el automóvil ocupa en nuestras vidas algo muy grande desde hace 100 años. Esta industria tiene una gran importancia en el PIB y en el empleo, pero tenemos que darle la vuelta. Los que inicien antes el proceso serán los campeones de esta transformación, y me alegro de que la industria española esté trabajando fundamentalmente en esta dirección. No tenemos que tener miedo y debemos esforzarnos en adelantarnos a los cambios", ha destacado.