Más argumento a favor de un nuevo Plan Renove. Esta vez provienen de un estudio sobre el terreno realizado por la OCU en Madrid. Las conclusiones son aún más demoledoras de lo previsible ya que muestran que los coches más viejos y sin etiqueta son únicamente un 15% de los vehículos que circulan por la capital pero generan más de un 50% de las emisiones contaminantes.
Es un nivel de polución suficiente como para que la OCU se haya sumado a las voces que piden un Plan Renove para quitar de circulación a esos turismos que provocan una hipercontaminación mediante la concesión de ayudas a sus propietarios para que los cambien por otros coches que incluyan los nuevos diésel y de gasolina.
Estudio con tráfico real
La OCU ha efectuado más de 376.000 mediciones de 280.000 vehículos en colaboración con Opus RSE. Se trata de vehículos que circulaban por las calles de Madrid durante este año. El estudio se ha llevado a cabo mediante detectores de espectroscopia óptica que analizan los gases que desprenden los tubos de escape.
Si bien la media del parque automovilístico sin etiqueta ambiental de la DGT es de un 35%, el estudio ha detectado que los vehículos sin el distintivo suman el 15% de la circulación en Madrid. El 40% de los vehículos tienen etiqueta B y C a partes iguales, un 4% dispone de distintivo Eco y un 1% son Cero emisiones.
Ese 15% de coches de gasolina anteriores al año 2000 y diésel hasta 2005 son los responsables de nada menos que del 50% de las emisiones de óxidos de nitrógeno y el 68% de las partículas en suspensión.
Cambio de las etiquetas
En cambio, el estudio de la OCU echa un cable a los vehículos nuevos de gasolina y diésel a pesar de la demonización que sufren, especialmente los de gasóleo. Los turismos con etiqueta C más modernos, especialmente los de gasolina, contaminan tan poco como muchos de los vehículos con etiqueta Eco y los híbridos Cero, que en tres de cada cuatro casos circulan con la batería agotada, según la OCU. Esta incoherencia muestra la necesidad de rectificar el sistema de etiquetado de la DGT, según la organización de consumidores.
La OCU opta por el mismo Plan Renove del pragmatismo del País Vasco, Galicia y Madrid para no excluir a los coches nuevos diésel y gasolina, con etiqueta C (verde), de las subvenciones para impulsar el achatarramiento de los automóviles hipercontaminantes. Este mecanismo sería más efectivo al ser los coches de combustión nuebos más baratos que los híbridos y eléctricos.