El primer coche que conduje fue un viejo Seat 127 al que en la familia llamábamos tomatito. Después vino un Ibiza System Porsche también de mi padre en el que la familia iba mucho más cómoda. El nuevo Seat Ibiza del 2017, la quinta generación, quiere volver a sus orígenes familiares y dejar de ser sólo un coche para jóvenes en que se ha convertido durante sus 34 años de historia. El treintañero se hace mayor tanto en edad como en hechuras. La quinta generación del Seat Ibiza presentada en Barcelona es mas bien la generación 4.5 porque es una evolución de la anterior más que un coche con un diseño rompedor. El pequeño Ibiza se parece ahora más al León, tiene más empaque pero con un toque más deportivo en algunos detalles como el culo, con una terminación angulosa y agresiva.
ADIÓS AL TRES PUERTAS
Además de los cambios exteriores, el habitáculo es más espacioso que en la versión anterior y su estructura es más sólida y al mismo tiempo flexible y ligera gracias a la nueva plataforma de vehículos utilitarios que estrena Seat en el grupo Volkswagen. Para reforzar esa vocación nuevamente familiar, el nuevo Ibiza ha desterrado definitivamente la carrocería de tres puertas que el Ibiza actual ya había abandonado dentro de una tendencia generalizada del sector. ¿Estarán preparados los clientes de Seat para aceptar un Ibiza que ya no es tan joven? Ese es el reto que la marca tiene que conseguir. Necesita un coche para jóvenes pero también para jóvenes con familia o para familias como la que unió el Seat Ibiza System Porsche de mi padre.