Las calles de Oslo tienen muchas sorpresas. A los noruegos les encanta disfrutar de las terrazas de bares, cafeterías y tabernas aunque sea resguardándose del frío con una cálida manta. Aunque viven en la Península Escandinava tienen un espíritu más propio del Mediterráneo. A los noruegos también les encanta presumir de la potencia de la naturaleza que les rodea y de cómo la protegen. Probablemente por esa razón, y por las cuantiosas ayudas públicas, Noruega se ha consolidado como el paraíso de los vehículos eléctricos y muestra el camino al resto de países.
Las diferencias entre Noruega y el resto de países europeos son abismales. Mientras que las ventas de coches eléctricos y de híbridos enchufables suman una cuota de mercado del 1,3% en España, en Noruega han marcado un nuevo récord con un 58%. El país nórdico se asemeja más a los resultados que pronostican algunos estudios para el mercado europeo dentro de 20 o 30 años.
Los vehículos sin emisiones son la norma habitual en Noruega, con 215.711 coches eléctricos circulando por sus calles y carreteras, según la Asociación de Vehículos Eléctricos de Noruega. Por eso las calles de la capital tienen la mayor densidad de ese tipo de turismos en una ciudad. En los concesionarios del país es posible encontrar la gama más amplia de modelos propulsados por baterías, con unas 30 opciones.
Tesla Model 3, el líder
Entre esos modelos destacan especialmente los de Tesla, con el Model 3 como líder destacado del mercado y de las calles, donde es omnipresente. El secreto para que Noruega se haya convertido en el país de Tesla y en el país de los coches eléctricos es sencillo: los vehículos con baterías son más baratos que los de gasolina y diésel gracias a que no pagan impuestos.
Como ejemplo, un Tesla Model S que en España se vende por 79.200 euros se vende en Noruega por 66.849 euros, más barato que un Audi A7 que cuesta 73.017 euros a pesar de que su precio sin impuestos es la mitad que el modelo eléctrico equiparable, según un estudio de la Asociación de Vehículos Eléctricos de Noruega.
El resultado de las exenciones del impuesto de matriculación y del IVA se ve con más claridad en el Volkswagen Golf, que en su versión eléctrica cuesta 27.466 euros y en el modelo de gasolina, 31.236 euros. "El sistema de impuestos progresivo hace que la mayoría de los modelos eléctricos sean más baratos que los de gasolina similares, incluso si el precio de importación es mucho mayor. Esta es la razón principal por la cual el mercado eléctrico noruego es tan exitoso en comparación con otros países", afirman los expertos noruegos.
Seat en Noruega
La última marca en desembarcar en el mercado eléctrico de Noruega ha sido Seat, que ha abierto el plazo para que los clientes del país nórdico hagan una preserva del nuevo Mii electric que se empezará a vender a final de año. Ole Kristian Ågotnes, director de Seat en Noruega, destaca la importancia del primer modelo eléctrico para "construir la imagen de la marca" en el país.
Con el Mii electric, Seat entrará en un segmento de mercado muy diferente del que domina Tesla y en el que, por ahora, hay pocos competidores. El Mii electric es un coche eléctrico asequible con un precio que probablemente rondará los 20.000 euros. "Es un coche ideal para clientes jóvenes o como segundo vehículo de una familia", afirma el directivo noruego de Seat.
