Nissan, la compañía que ha reinventado algunos segmentos de mercado, ha optado por una opción conservadora para lanzar su nueva apuesta. El nuevo modelo Pulsar con el que Nissan vuelve al competido segmento C de los turismos compactos es en realidad un veterano que circula por las carreteras desde 1978. El primo asiático del nuevo Pulsar europeo se sigue vendiendo en esos lejanos mercados.
Del Almera surgió el alter ego del Pulsar para los mercados asiáticos, que se mantiene hasta ahora. La opción conservadora en el diseño del Pulsar europeo, que se fabricará en Barcelona, es todavía más evidente si se comparan las imágenes del nuevo y el viejo Pulsar. No son iguales pero se podría jugar a buscar las siete diferencias.
Los trabajadores de Barcelona ensamblarán un coche en el que la marca japonesa ha reducido los riesgos para intentar competir con los suverventas Volkswagen Golf, Peugeot 308, Opel Astra, Ford Focus o Seat León. Esta vez parece que la filosofía de los diseñadores de Nissan ha sido la de aproximarse al diseño de sus competidores en lugar de diferenciarse como hizo con e Qashqai y con el Juke, dos modelos rompedores.
Parafraseando a los catadores de vino, el nuevo Pulsar europeo recuerda a su primo asiático y tiene toques de Toyota Yaris en el culo y de Peugeot 308 en el morro y una pizca de Seat Leon en los faros de LED.