Luis Antonio Ruiz Álvarez es presidente y consejero delegado de Jaguar Land Rover (JLR) para España y Portugal desde enero de 2010. Llegó a la mítica compañía británica, favorita de Isabel II y compañera habitual de 007, desde Ford, porque la estadounidense fue su propietaria entre 1989 y 2008. Ese año se la vendió a la india a Tata Motors, pero muchos directivos de la marca estadounidense siguieron trabajando en Jaguar y Land Rover. El grupo camina hacia la electrificación pero el directivo advierte de que, aunque el nuevo Range Rover tendrá una versión eléctrica, los 4x4 con motor de combustión resistirán porque son necesarios.
Ruiz se ha enfrentado en los últimos meses a la pandemia, sus efectos sobre la industria de automoción y a un cambio en la orientación de las dos marcas de lujo británicas que dirige en la Península. Todo ello combinado con un cambio total en la cúpula de la compañía. En septiembre de 2020 asume la presidencia Thierry Bolloré, exdirector general de Renault, que ha dado un vuelco a la empresa. Para la primera línea nombró, poco después de asumir el cargo, en octubre de 2020, a Nigel Blenkinsop, un hombre de la casa, como director ejecutivo de calidad y atención al cliente, y a Nick Collins, un ex-Ford, como máximo responsable de planificación de productos. El pasado verano completó el equipo con el fichaje de François Dossa, también ex Renault, como director ejecutivo de estrategia y sostenibilidad, y al holandés Lennard Hoornick, con una amplia experiencia en la industria electrónica (Sony, HTC y Dyson) como máximo responsable comercial. Poco después Bolloré anuncio que a partir de 2025 Jaguar será una marca eléctrica, manteniendo su esencia de lujo británico. Además desde el 1 de octubre, Jaguar es la primera marca Premium que ofrece cinco años de garantía, un proyecto que se está probando en España, Portugal y Benelux para luego extenderlo al resto de Europa y el mundo
"La ola de los cambios"
El máximo responsable de la empresa en España explica que “el mercado del automóvil va a cambiar en los próximos cinco años mucho más que en los últimos 50" y que las dos marcas del grupo "están subiéndose a la ola de estos cambios". "Jaguar, yo creo -explica Ruiz- que con mucho valor y coraje, ha decidido dirigirse a la electrificación 100%, con un producto más de lujo, con diseños atemporales, que va a durar mucho en el tiempo”.
Para Land Rover el futuro se define con otros parámetros porque seguirá manteniendo su ADN de 4x4. “Llevará un poco más de tiempo, pero tendremos un número significativo de vehículos electrificados para afrontar este cambio radical que se está produciendo en el mercado del automóvil”, explica Ruiz aunque añade que tendrán que ser híbridos porque “en el campo no hay postes de recarga”, para ello confía en la cada vez mayor autonomía en modo eléctrico de esta tecnología “hace cuatro años eran de 30 km, hoy llega a los 55 y próximamente serán 100 km”.
La electrificación posiblemente no alcance completamente a los modelos de Land Rover (el buque insignia Range Rover y el Discovery, en sus diferentes versiones), que se mueven sobre otros terrenos y de otra forma. Ruiz lo explica de forma muy comprensible “creo que los equipos de rescate, la UME, los bomberos… van a seguir necesitando motores de combustión. No concibo una situación como la que planteó Filomena con coches de rescate con propulsión eléctrica”.
La cuota de motores térmicos
“La intención es ir a un parque en el que la inmensa mayoría de los vehículos sean de propulsión eléctrica, pero obligatoriamente seguirá habiendo una parte de motores térmicos, porque hay ciertas aplicaciones en las que el vehículo eléctrico no puede llegar”, prevé.
El futuro de Land Rover lo acaba de desvelar el nuevo Range Rover, con un diseño radicalmente diferente. Según Ruiz el diseño exterior busca “simplifica el número de trazos con menos líneas, vértices y puntos de conflicto. Todo es mucho más simple y fluido, un diseño moderno que perdurará más en el tiempo, que es lo que se persigue ahora mismo”.
Al proceso de electrificación y a los efectos de la pandemia se añade en los últimos meses la escasez de suministros para producir vehículos, principalmente semiconductores. El máximo responsable de JLR en España afirma que “algunas empresas están produciendo un 35% menos, otras un 50% y otras nada”.
La normalidad no regresará a la industria de automoción hasta después del verano de 2022. Para hacer esta estimación, Ruiz se basa en la información facilitada por los fabricantes de semiconductores, proveedores de tercer nivel para la industria de automoción, pero imprescindibles. “Fabricar semiconductores es carísimo, exige unas inversiones muy altas y no es fácil hacerlo. Lleva mucho tiempo invertir en plantas de este tipo. Nosotros escalamos la planificación que nos dan ellos por eso es tan difícil decirle ahora mismo a un cliente cuando le vamos a dar su coche, ningún fabricante lo puede hacer”.
Caídas de ventas en España
Esta situación está afectando al mercado español global, que ya acumula un fuerte descenso y que va a cerrar el año con una caída superior al 30%. Ruiz estima que “el segmento Premium descenderá entorno al 20%”, con la peculiaridad de que “todas las marcas que tenemos distintos niveles de productos estamos priorizando los coches más equipados”, explica y puntualiza “no es una subida de precios, estamos priorizando las versiones superiores. En un fabricante Premium la mayoría de las ventas son los modelos menos equipados que buscan los que quieren la marca a precio asequible. Esos modelos están todos vendidos y lo que hace el fabricante es centrarse en las versiones más completas, cuidando a sus clientes habituales que quieren más equipamiento. Es un mecanismo de defensa cuando estás perdiendo facturación”. Actualmente el 7% de las ventas de jaguar y Land Rover corresponden a versiones SV (Special Vehicles), la división que se ocupa de las series especiales y las personalizaciones, y este porcentaje es el doble que hace dos años.
Pese a estas medidas, estima que los resultados de la industria de automoción a final de año se van a ver duramente impactados. “Cuando tienes caídas del 35% o del 40% en la facturación, por mucha reducción de costes que hagas se nota en los resultados. Va a ser considerable a final de año”, avisa.
Alerta, además, que para las redes de concesionarios esta situación va a tener un efecto gravísimo. “La mayoría de las marcas ya habíamos empezado con la pandemia un proceso de reestructuración y la crisis de los semiconductores está acelerando el proceso, incluso muchos concesionarios están pidiendo ellos mismos dejar la actividad”. Esto no significa que marcas Premium como Jaguar o Land Rover estén buscando nuevos canales de comercialización. “Nosotros seguimos creyendo en nuestra red de concesionarios y trabajando con ellos, aunque vayamos poco a poco modernizando los sistemas de distribución”, aunque añade que “probablemente en unos años, 5 o 7 años las marcas Premium también buscaremos un sistema diferente de comercialización”.