Es imposible negar que el pequeño Microlino, distribuido en España por Astara, se parece poderosamente al Isetta de los años 50 del siglo XX. No son iguales, por supuesto, para empezar porque el Microlino es un modelo 100% eléctrico en el que volante y la dirección no están insertados en la puerta. Pero una forma de huevo con apertura frontal resulta muy evocadora.
El Salón Automobile Barcelona ha sido el arranque de la marca en España, explica Alberto Díaz, el máximo responsable de este singular proyecto para el mercado español. En junio llegarán las primeras unidades y ya se pueden hacer reservas. Díaz explica que, como se trata de un vehículo de producción europea, se monta en las instalaciones de la empresa Cecomp en La Loggia, un barrio de Turín, habrá disponibilidad inmediata de unidades, sin tener que esperar más que el tiempo de transporte, alrededor de un mes. El primer año Microlino tendrá agentes en Madrid y Barcelona que después se podrán ampliar a otras ciudades.
Prestaciones del Microlino
La versión que se ha definido para el mercado español de este pequeño biplaza, 100% eléctrico, de 2,51 metros de largo, 1,47 de ancho y 1,50 de alto con un peso de 496 kilos y un maletero de 230 litros, es muy completa, incluye incluso techo practicable, aunque tendrá algunas posibilidades de personalización.
Equipado con un motor eléctrico de 12,5 kW de potencia y un par máximo de 89 Nm, puede circular a una velocidad máxima de 90 km/h y puede estar equipado con tres paquetes diferentes de baterías que le dan una autonomía de 90, 175 y 230 km. El chasis, en aras de la seguridad, es un monocasco fabricado en acero y aluminio.
El precio de partida de Microlino son 22.990 euros para la versión básica Dolce, según el configurador de la página web. Sin embargo, el pequeño utilitario vintage también quiere innovar en la forma de comercialización y está previsto que se venda online o en pequeños corners por suscripción, cuota o venta directa.
A diferencia de otros pequeños urbanos eléctricos que han llegado para cubrir el hueco que dejará en unos meses el Smart fortwo, generalmente originarios de China, el Microlino es europeo, tiene diseño vintage y estilo. En los primeros días en el Salón Automobile Barcelona, el nuevo Microlino tenía cola de apasionados y curiosos que querían abrir su singular puerta frontal que se activa mediante un botón y sentarse en él.
El proyecto se empezó a fraguar ya hace algunos años, promovido por la familia suiza Ouboter. Win, el CEO, fue uno de los pineros de los patinetes eléctricos con la empresa Micro Mobiliy Systems, creada en Zúrich en 1997 y, tras un arranque difícil, ha llegado a comercializar 1,5 millones de patinetes y baterías intercambiables al año. Actualmente trabajan también en la empresa sus hijos Oliver y Merlin.
Diseño del nuevo Microlino
La historia del Microlino se remonta a 2016, cuando se creó el primer prototipo, que supervisó la empresa de ingeniería Icona Design de Turín dirigida por Samuel Chuffart y Davide Cannata. Su diseño de Microlino ganó en 2021 el premio ‘Car of the Year’ del Chicago Athenaeum Museum. La esencia italiana lo une también con su antepasado Isetta de la empresa italiana Iso Rivolta que se presentó en el Salón de Turín de 1954 aunque luego fue BMW el que lo hizo famoso.
En 2018 el coche estaba ya homologado en Europa y tenía unas 16.000 reservas. El arranque de la producción estaba previsto para el 2020, así que el Salón Ginebra era la plataforma de lanzamiento. Pero el salón se canceló por el Covid y después llegó lo que todos ya sabemos, la parálisis durante meses, sobre todo en Italia donde vivieron dos periodos de confinamiento. Pero el proyecto estaba acostumbrado a superar problemas. Unos años antes el primer prototipo que se iba a presentar en público lo aplastó una carretilla en el aeropuerto.
Producción en Italia
La producción arrancó finalmente en el otoño de 2021 en Turín, en la empresa Cecomp, fundada a finales de los años 70 por Giovanni Forneris y dirigida aun por su hermano Paolo, que también trabajó para Aston Martin o Rolls Royce. La previsión es producir en un año 25.000 unidades pero la demanda será la que marque la pauta.
La sociedad suiza Micro Mobility Systems y sus socios italianos ya han desarrollado un motor de tres ruedas a la que han llamado Microletta, un 'concept' del Microlino de espíritu más aventurero, en blanco y azul con un techo a rayas que, como los clásicos, se ha llamado Spiaggina, e incluso preparan versiones comerciales. El antiguo Isetta se declinó también en versión furgoneta que se fabricaban en España. Si quieres uno ya lo puedes reservar en la web española
