Hace sólo unos días salió de la cadena de montaje de la planta de Graz (Austria) la unidad 400.000 del Mercedes Clase G fabricada desde su nacimiento, en 1979. Pueden parecer pocos vehículos para 41 años de vida, pero hay que tener en cuenta que el Clase G se produce de forma casi artesanal.
El Clase G número 400.000 está pintado de color rojo y su propietario es un cliente de la región alemana de Renania, un fan de este modelo del que tiene ya 20 porque, según él, “no puede estar sin la G”. La G viene de la palabra alemana, Geländewagen, que sólo quiere decir coche todoterreno. Su resistencia y fiabilidad son míticas, de hecho, el 80% de las unidades fabricadas siguen circulando y son muy codiciadas. Pero, además, el 60% de sus compradores personalizan el vehículo.
Inicio como vehículo militar
En su origen está el intento de Mercedes de hacer un vehículo militar y para ello se asoció con la empresa austriaca, entonces denominada Steyr-Daimler-Puch y que posteriormente pasó a ser la actual Magna Steyr, filial de la canadiense Magna International, propietaria de la factoría de Graz donde también fabrica para Jaguar, BMW y Toyota.
El proyecto de todoterreno Mercedes no tuvo mucho éxito militar, pero se convirtió en el 4x4 más fiable, seguro y con mejores prestaciones del mercado. Un vehículo ligero, capaz de comportarse como un profesional en los terrenos más difíciles y seguro sobre el asfalto. Es el antecesor de todos los SUV Mercedes, los actuales modelos que llevan delante de sus siglas la G.
La última generación del Clase G se lanzó en 2018, mejorando sus prestaciones on y off road y aprovechando para equipar al vehículo con los más modernos sistemas de seguridad, control 4x4 y ayuda a la conducción.
Parque temático del Clase G
En el verano del año siguiente y pensado en los apasionados de este modelo, que son muchos en todo el mundo, se inauguró al lado de la planta de Graz el G-Class Experience Center, una especie de parque temático donde los propietarios de este modelo pueden explotar al máximo sus posibilidades en un entorno seguro sobre firmes deslizantes, pendientes y vadeo de ríos.
En Graz se prepara ya el siguiente paso, la electrificación del Clase G. Emmerich Schiller, CEO de Mercedes-Benz G en Graz, explicó que la electrificación de la gama “es una forma de que el Clase G tenga un futuro”.
Un nuevo capítulo en la historia de este vehículo que en 1980 se convirtió en papamóvil para la vista de Juan pablo II a Alemania, pintado de blanco nacarado y con una estructura de cristal que permitía a su ocupante viajar de pie, y al triunfo en el Paris-Dakar de 1983. Ser el ganador en la entonces prueba más dura del mundo le dio al Clase G popularidad y fama de imbatible. Fue el piloto belga Jacky Ickx, subcampeón de F1 y ganador seis veces de las 24 horas de Le Mans, con el actor Claude Brasseur como copiloto quien llevó al Mercedes hasta el podio del lago Rosa.
