Mercedes era uno de los fabricantes de vehículos que querían pasar página de los vehículos de combustión incluso antes de lo que exigen las autoridades europeas. Pero el calendario del grupo alemán está cambiando con el retraso de la fecha de la plena electrificación. El CEO de Mercedes, Ola Källenius, ha confirmado el nuevo rumbo tras sufrir los efectos de la desaceleración del nuevo mercado de vehículos eléctricos.
Ola Källenius ha asegurado en la junta general de accionistas de Mercedes que la marca se adaptará a la realidad del mercado. "Continuaremos fabricando vehículos híbridos y con motor de combustión hasta bien entrada la década de 2030 si existe demanda", ha asegurado el CEO y presidente de Mercedes-Benz. Anteriormente, Mercedes se había fijado como objetivo que todos los coches a la venta fueran eléctricos en 2030, cinco años de lo previsto en la hoja de ruta de la Unión Europea, que establece el veto a la venta de vehículos de combustión, incluidos los híbridos enchufables, a partir de 2035.
El máximo directivo de Mercedes confirma así ante los accionistas de la compañía el enfriamiento de la electrificación que ya había esbozado unos meses antes. Según Källenius, el cambio previsto en el modelo de negocio con el cambio de la combustión a los eléctricos "podría tardar más de lo esperado".
Caída de la rentabilidad
Las últimas previsiones de Mercedes apuntan a que el 50% de todas sus ventas en 2030 serán de modelos electrificados, es decir, eléctrico e híbridos enchufables. Esa previsión supone un retraso de la fecha del objetivo de cinco años respecto a la planificación inicial, que era en 2025.
Mercedes confiaba en ese sorpaso de los modelos electrificados para mejorar su rentabilidad, algo que ya está viendo que no se está produciendo. Al contrario, las bajas ventas de algunos de los modelos eléctricos estrella de lujo, como el EQS y el EQE, para los que han sido necesarias importantes inversiones, han provocado un retroceso del margen de rentabilidad al 9% sobre ventas con la previsión de que baje todavía más en lo que queda del año 2024. De esa manera se aleja el objetivo de alcanzar una rentabilidad del 14%.
En el primer trimestre, Mercedes ganó 3.025 millones, un 25% menos debido a la debilidad de las ventas y a problemas de suministro. Las ventas de la firma bajaron un 8% y se quedaron en 462.978 vehículos.