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Mercedes CLS, el coupé que soñaba ser una berlina

Probamos la versión 400d 4Matic, con el motor diésel más potente, 330 caballos, que demostró ser un devorador de kilómetros con un consumo contenido

Mercedes CLS en la prueba de Coche Global / A.M.

Ana Montenegro

28.03.2022 23:08h

4 min

Ahora no llama tanto la atención sobre el asfalto, pero cuando en 2004 el primer Mercedes-Benz CLS vio la luz fue un éxito desde el primer segundo. Basado en el prototipo Vision de 2003, se construyó sobre la base del Clase E, a lo largo de estos casi 20 años, su diseño se ha modernizado, pero manteniendo su esencia y los elementos que lo hicieron único, como las elegantes ventanillas de las puertas sin arco y una silueta coupé con cuatro puertas que le da un estilo claramente deportivo. El CLS une lo mejor de dos mundos porque esconde una autentica berlina, confortable y sofisticada, con el cuerpo y el comportamiento en carretera que cabe esperar de un deportivo Mercedes. Lo hemos podido probar en la sección Car Review & Rating de Coche Global.


Valoración del Mercedes CLS 400 d 4Matic: diseño  8,9; interior 8,5; motor, 8,8: conducción, 8,9; global, 8,77.


Durante muchos años fue el único coupé premium con cuatro puertas. Desde su lanzamiento, Mercedes ha vendido más de 460.000 unidades del CLS, que ha tenido un especial éxito en los mercados de Estados Unidos, Corea del Sur o China. El diseño ha sido la clave de su éxito. Desde su lanzamiento se produce en la planta de Sindelfingen (Alemania), donde también se montan la Serie E, el buque insignia de la marca, la Serie S y el GLC. También se hace en Estados Unidos, en la factoría que tiene Mercedes en Tuscaloosa (Alabama).

La tercera generación de este Mercedes se lanzó en 2018 y el pasado año experimentó una revisión que sirvió para introducir algunas novedades como el nuevo diseño de la parrilla, más grande y formada por pequeñas estrellas sin aro, que le da un aire poderoso, pero también etéreo; un volante con nuevas funciones, como detectar que no está bien sujeto, llantas de hasta 20 pulgadas y retoques en la gama de motores diésel. El precio de este modelo arranca en los 74.475 euros.

Cambio automático suave

Precisamente la prueba la hice con una de las motorizaciones diésel, una decisión adecuada cuando se trata de devorar kilómetros. El Mercedes 400d 4Matic es el tope de la gama y tiene un motor de tres litros y seis cilindros en línea con una potencia de 330 caballos y par máximo de 700 Nm. Su precio es de 94.950 euros.

El cambio es un automático de 9 velocidades G-Tronic, de suave y perfecto engranaje. La pequeña palanca para accionarlo está unida a la columna de la dirección tras el volante y es muy fácil de accionar además de no estorbar. Aunque también tiene levas tras el volante por si queremos intervenir más directamente en el cambio. La tracción total 4Matic actúa sólo cuando es necesario y transmite una gran seguridad.

El CLS es un coche para viajar y disfrutar de la carretera por lo que, con la actual inflación del precio de los combustibles, la opción más adecuada es la motorización diésel que, pese a su mala fama, no es la más contaminante. Un menor consumo supone menos emisiones de CO2, pero si además los gases de escape están tratados con el aditivo Adblue y con filtro de partículas, las emisiones son mínimas.

Velocidad limitada a 260 km/h

Oficialmente el nuevo CLS 400d 4Matic tiene limitada la velocidad máxima a 250 km/h, algo que sólo se podría comprobar en los tramos de autopistas alemanas sin límite de velocidad. Yo cumplí las normas españolas, pero la respuesta del motor es tan rápida y suave cuando se le reclama que fácilmente puede llegar a los 200 km/h sin que nos demos cuenta. Acelera de 0 a 100 Km/h en sólo 5,2 segundos. Pero lo más sorprende es la ausencia de ruido interior. La buena insonorización del habitáculo combinado con un propulsor de muy bajos decibelios consigue un máximo confort. 

La gama del nuevo CLS está formada por tres motores diésel de 194, 265 y 330 caballos y tres de gasolina de 299, 367 y 435 caballos, con tracción trasera o integral.

Lo primero que llama la atención del nuevo CLS es su elegancia y equilibrio. Pese a su apariencia deportiva mide 4,99 metros de largo, 1,89 de ancho y 1,43 de alto, con una batalla de 2,93 metros. La caída de la parte trasera engaña a la vista. Deja un gran portón con una enorme apertura y un espacio de maletero mucho más grande de lo que cabía esperar, 520 litros, y donde es muy fácil acomodar maletas grandes.

Más digital

En el nuevo diseño interior se mantiene la calidad y la excelente terminación y textura en todos los materiales, maderas, metal pulido o cuero, pero hay mucha más superfie de pantallas, en total 12,3 pulgadas, en la que está delante del conductor como cuadro de instrumentos personalizable y una a la derecha, en la parte central del salpicadero que incluye la navegación y el sistema de entretenimiento.

La combinación de un chasis puesto a punto para lograr la máxima comodidad de los ocupantes y una excelente suspensión, capaz de filtrar cualquier irregularidad del asfalto, y evitar bamboleos consigue un confort en el viaje de alfombra mágica, destacando la esencia de berlina del CLS. Además de una excelente visibilidad. El CLS de 2011 fue el primer coche de producción del mundo con faros dinámicos full-LED que incluían todas las funciones de iluminación adaptativa de los sistemas de xenón convencionales. Desde entonces han incrementado sus capacidades.

Y todo ello con un consumo muy ajustado, 7,1 litros a los 100 km tras haber recorrido más de 2.000 km en carretera, autovía y ciudad.

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