El sector de las dos ruedas ha alzado la voz contra el Plan de Impulso al Vehículo Eléctrico 2025-2030, presentado por el presidente de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa. Aunque la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (ANESDOR) valora positivamente la inversión público-privada de 1.400 millones de euros y las medidas para potenciar la movilidad sostenible, considera inaceptable que el plan contemple restricciones específicas para las motocicletas de combustión, sin incluir a otros vehículos como coches o furgonetas.
El plan catalán contempla cinco ejes de actuación, entre ellos la promoción de la limitación paulatina de las motocicletas de combustión. Esto se realizaría a través de restricciones graduales a la circulación de motos con etiqueta B y C, afectando incluso a modelos nuevos que actualmente cumplen con la normativa Euro 5+, la más estricta en términos de emisiones.
Desde ANESDOR critican que esta medida señala exclusivamente a las motocicletas, cuando los coches con las mismas etiquetas ambientales no estarían sujetos a restricciones similares. "Cuando se habla de restringir la circulación de motocicletas con etiqueta C, estamos hablando incluso de las motocicletas que se venden en este momento", advierte la patronal.
¿Por qué solo las motos?
Uno de los principales argumentos de ANESDOR es que las motocicletas no tienen alternativa híbrida o a gas, por lo que no pueden optar a la etiqueta ECO, a diferencia de los coches. Sin embargo, sus emisiones son significativamente inferiores a las de los vehículos de cuatro ruedas.
Además, la Comisión Europea no incluyó a las motos en las prohibiciones de combustión previstas para 2035 y 2050, al considerar que su contribución a la contaminación global del tráfico no es significativa. Las motocicletas, además de contaminar menos, ocupan menos espacio, favorecen la fluidez del tráfico y reducen la congestión en las ciudades, lo que también contribuye a una movilidad más sostenible.
Más de un millón de usuarios afectados
Si se aplican estas restricciones, más de 1.180.000 motociclistas en Cataluña se verían obligados a cambiar de vehículo. Solo en Barcelona, se estima que alrededor de 450.000 desplazamientos diarios se realizan en moto con origen o destino en la ciudad.
José María Riaño, secretario general de ANESDOR, ha sido tajante en su rechazo a esta medida: "Desde ANESDOR valoramos positivamente el Plan de Impulso al Vehículo Eléctrico en general, pero incluir la medida de restringir todas las motos de combustión, discriminándolas respecto a otros vehículos es simplemente inaceptable. La moto de combustión no es el enemigo de la movilidad sostenible, sino parte de la solución junto a la moto eléctrica. El Gobierno de la Generalitat debería explicar a estos usuarios por qué quiere restringir el uso de sus motos, pero no plantea hacer lo mismo con los coches."
El sector de las motos se encuentra en una encrucijada: mientras el Gobierno catalán apuesta por la electrificación total, las marcas alertan de que la tecnología actual aún no está preparada para sustituir por completo a las motos de combustión. La falta de modelos eléctricos asequibles y la escasez de infraestructura podrían perjudicar la movilidad urbana y provocar un retroceso en el sector. De hecho, las ventas de motos eléctricas sufrieron una fuerte caída en 2024.