Lancia, una marca con 118 años de historia, leyenda en competición y en especial en el mundo de los rallyes, renace con diseño y enorme personalidad. El nuevo Lancia Ypsilon, con dos motorizaciones y tres versiones, llegará justo después del verano al mercado español, aunque desde ya se pueden realizar pedidos a través de su red de concesionarios.
Este coche fabricado en Zaragoza no deja indiferente. El diseño sobresale y llama la atención lo cuidados que están todos los detalles. El Ypsilon es un utilitario de 4,08 metros de longitud y comparte plataforma con el Opel Corsa y Peugeot 208 y se pone a la venta en España con un precio que arranca en los 23.900 euros para su versión híbrida de gasolina de 100 caballos de potencia. El otro propulsor, un eléctrico puro, costará 34.500 euros. En ambos casos esta incluida la ayuda establecida en el plan Moves III.
Olivier Quilichini, director del Clúster Premium de Stellantis para España y Portugal, desveló los planes para la marca en los próximos años. Con un marcado e innegable diseño italiano, con una apariencia deportiva y elegante pese a ser un utilitario, el Ypsilon es el primero de los tres modelos que la marca quiere lanzar antes del 2028. Está previsto ahora que el segundo modelo sea el Gamma, un SUV del segmento C que tiene que nacer en 2026 y dos años más tarde, en 2028, llegará el Delta, un nombre icónico dentro de Lancia, y que se englobará en el segmento D.
Por otro lado, Lancia contará de entrada con 10 centros de exposición, bautizados en España como Casa Lancia, que en 2025 tienen que aumentar a 20 en la península. El fabricante también contará ya en este curso con 19 servicios oficiales, que está previsto que el próximo año pasen a ser 30.
Dos motores electrificados y 3 versiones
El Lancia Ypsilon se presenta con dos opciones, desde el punto de vista mecánico. Una 100% eléctrica que emplea la unidad de 115 Kw/156 CV de potencia combinada con una batería de 51 kWh, que rinde hasta 403 kilómetros de autonomía y es capaz de acelerar de 0 100 km/ en solo 8,2 segundos. El propulsor híbrido tiene 100 caballos de potencia y acelera de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos. Lo mejor de esta variante es que es capaz de hacer hasta el 25% de los trayectos urbanos en modo 100% eléctrico.
La gama está formada por dos niveles de acabado, Ypsilon, pensado para una clientela joven, y LX, con un mayor nivel de equipamiento y prestaciones, al que hay que sumar también la edición limitada Cassina Edition pensada para su lanzamiento. En 2025 se les añadirá una versión más deportiva, la HF, y también habrá una versión específica de rallyes para la categoría Rally4 y pensada para ayudar a los jóvenes pilotos a progresar en este mundo de la competición. La versión HF tendrá 240 CV, un par de 350 Nm y cubrirá la distancia entre 0-100 metros en 5,8 segundos.
Apuesta de diseño y calidad
Fue una presentación estática, con lo cual no lo pudimos conducir, pero si subirnos en él nos hacernos una idea de la gran apuesta que ha hecho Lancia para resurgir en el mercado con legítimas aspiraciones de que sea un éxito. Es un producto de calidad, con ese toque característico italiano en el diseño y la fuerza de una marca que vuelve a creer en sí misma y que a partir de 2028 solo fabricará coches eléctricos.
Luis Miguel Dasso, Product Manager del Ypsilon, dejó constancia que desde que recibieron la luz verde para iniciar el proyecto en 2021 el objetivo fue mantener el ADN de Lancia y aprovecharse de su esplendorosa historia. Resaltó que para ganar estabilidad y en aerodinámica cuenta con una suspensión específica y se ha ensanchado la plataforma –con respecto a sus ‘hermanos’- un mínimo de 2,4 cm en el Ypsilon y un máximo de 6,5 en el futuro HF, lo que le proporciona un aspecto muy deportivo, ágil, dinámico y también elegante y cómodo.
El Lancia Ypsilon cuenta con un equipamiento que normalmente se ofrece en segmentos superiores y la marca ha desarrollado el sistema de entretenimiento, que ha bautizado como SALA. Habrá tiempo para hablar de los detalles cuando lo podamos probar, pero en mi primera impresión destacaría del exterior las luces traseras, que me recordaron a las del célebre Stratos, y en el interior la amplitud de los asientos y una interesante mesita en la parte delantera de la consola. Por cierto, la llaman ‘la mesita del café’, pero lógicamente poco café podremos dejar ahí cuando estemos en marcha si no queremos ni mancharnos ni quemarnos.