Stephan Winkelmann, presidente y CEO de Lamborghini, acaba de desvelar el plan de electrificación de la compañía italiana de superdeportivos integrada en el grupo Volkswagen. El plan ha sido denominado ‘Cor Tauri’ (corazón de toro), se inspira en la constelación de Tauro y está directamente vinculado con la esencia taurina de la marca. Winkelmann explicó que ninguna compañía puede sustraerse a las exigencias de reducción de las emisiones de CO2, pero Lamborghini va a mantener su esencia deportiva.
“Lamborghini ha sido siempre sinónimo de altísimas competencias tecnológicas en la fabricación de motores con prestaciones extraordinarias y esta seguirá siendo nuestra prioridad absoluta en nuestro camino a la innovación, lo que supone un reto colosal”, aseguró Winkelmann en la presentación de Cor Tauri. Para llevarlo a cabo, la compañía va a invertir 1.500 millones de euros, el plan más cuantioso de su historia.
Lamborghini continuará desarrollando los actuales motores de combustión V12 hasta 2023, año en que llegará el primer modelo de producción con motor híbrido, con el objetivo de que a finales de 2024 toda la gama de vehículos Lamborghini esté electrificada. Todos los ingenieros de la marca están volcados en el desarrollo de la nueva tecnología y, sobre todo, en la aplicación de materiales ligeros que consigan compensar el peso de las baterías para mantener las prestaciones. Lamborghini prevé que en 2025 habrá reducido un 50% las emisiones de CO2 de sus productos respeto a la situación actual.
El eléctrico, cuarto modelo
El plan culminará en la segunda mitad de la década con el lanzamiento del primer Lamborghini 100% eléctrico, que se sumará a la gama actual (el SUV Urus y los deportivos Huracan y Aventador) convirtiéndose en el cuarto modelo de la marca. Este modelo será capaz de asegurar unas prestaciones sobresalientes que lo sitúen en la cima del segmento. Winkelmann destacó que Lamborghini no “es la primera marca en llegar a la electrificación, pero si será la mejor”.
El plan se completa con un proceso de reducción de emisiones en las instalaciones industriales de Sant’Agata Bolognese (Bolonia), que ocupan 160.000 metros cuadrados y que desde 2015 son CO2 neutral, incluso cuando aumentó la producción con el lanzamiento del Urus. En 2005, cuando Stephan Winkelmann asumió por primera vez la presidencia de la compañía (la segunda fue el pasado mes de diciembre), Lamborghini fabricaba 1.600 unidades de dos modelos, Gallardo y Murciélago. El pasado año salieron de la planta 7.430 vehículos, pese a haber tenido que cerrar la fábrica por la pandemia durante 70 días.
