Lamborghini, la marca de superdeportivos italiana propiedad del grupo Volkswagen, consiguió capear el temporal del difícil ejercicio 2020 y haber tenido que paralizar la producción durante 70 días en primavera por la obligación de confinamiento en Italia (la región de Bolonia donde está la sede de la empresa fue una de las más golpeadas por el virus en la primera ola). Un segundo semestre récord, el mejor de su historia pudo compensar, en parte, el descenso de actividad.
La empresa cerró el año 2020 con una facturación de 1.610 millones de euros, lo que supone sólo un 11% menos que en 2019 y entregó 7.430 vehículos, lo que represento un descenso del 9%. Aún así fue el segundo mejor resultado de la historia de la compañía, tras el récord de 8.205 unidades entregadas en 2019.
Estados Unidos fue el primer mercado con 2.224 entregas, seguido de Alemania con 607, China, Hong Kong y Macao 604, Japón 600, Reino Unido 517 e Italia 347.
China, territorio Lambo
Stephan Winkelmann, presidente & CEO de Automobili Lamborghini desde el pasado 1 de enero, ha explicado esta situación por “la capacidad de dar una rápida respuesta a la situación, por disponer de una gama de productos adecuada y por el incremento de las peticiones de personalización de nuestros productos, lo que impulsó la rentabilidad. En un año tan difícil, la compañía demostró una gran solidez y continuó con su crecimiento”. Winkelmann regresó este año a la compañía que había presidido entre 2005 y 2016. En 2018 fue nombrado presidente de Bugatti, cargo que compatibilizará con el de la empresa italiana.
Las previsiones para 2021 son muy optimistas. En los dos primeros meses del año se han entregado más vehículos que en el mismo periodo del año anterior, en el que todavía el impacto del Covid era bajo y los pedidos registrados hasta ahora aseguran carga de trabajo para nueve meses de producción. Este año, Lamborghini prevé seguir creciendo en China, que previsiblemente se convertirá en el segundo mercado más importante.