El sobrecoste medio causado por el aumento del impuesto sobre el gasóleo alcanzará un máximo de 57 euros anuales en el caso de un vehículo de empresa. Esta cuantificación ha sido una de las conclusiones del debate organizado por el sector de automoción, que ha defendido que el diésel está vivo y tiene vida por delante a pesar de la campaña en contra. Sin embargo, en la misma jornada se ha anunciado que los técnicos del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) plantean prohibir la circulación a los coches diésel con etiqueta amarilla, que son la parte más importante del parque, a partir de 2025. Como si fuera el azucarillo que se disuelve en una taza de café, la denostada subida del impuesto sobre el gasóleo para equipararlo con la carga fiscal que ya soporta la gasolina ha quedado reducida a un efecto inmediato de 3,7 céntimos por litro en 2019, que subirá hasta 5,56 céntimos hasta 2022, según las intenciones del Gobierno.
Con ese punto de partida y teniendo en cuenta los recorridos medios de los conductores particulares y profesionales, la consultora MSI ha cuantificado el sobrecoste del alza del impuesto en esos 57 euros de máximo en 2022 para un coche de una flota de empresa. Para un particular, el impacto sería de 21,5 euros al año. En 2019, en el primer año de aplicación de la subida, el efecto sería de 38,5 euros anuales para un turismo de empresa y de 15,7 euros. Por ejemplo, para un usuario particular llenar el depósito de gasóleo le costaría 489,8 euros en todo un año en lugar de 474,1 euros.
Los concesionarios quieren "poner orden" en el debate sobre el diésel
"¿Verdad que por ese impacto no vamos a dejar de comprar un coche de diésel? El impacto del impuesto diésel no va a repercutir en que no se venda más diésel. Al diésel le queda una larga vida. El problema es si eso se ha explicado bien", ha afirmado José Manuel López, analista de MSI. El presidente de la Federación de Concesionarios de Catalunya (Fecavem), Jaume Roura, ha justificado la celebración del debate sobre el diésel por la necesidad de "poner las cosas en orden sin engañar a nadie antes de tomar decisiones".
Roura ha criticado la gran confusión existente en relación con el diésel y ha apuntado que hay otros sectores de actividad económica que contaminan más que el automóvil pero que no están en ojo del huracán. Para el presidente de la patronal Foment del Treball, Joaquim Gay de Montellà, es necesario "poner orden en le debate sobre el diésel" y ha recordado la importancia del sector de automoción en la industria y el conjunto de la economía.
La opinión sobre el diésel se desploma en las encuestas
Entre las 'fake news' que el sector intenta desmontar se encuentra la imagen asociada al diésel como tecnología más contaminante que la gasolina o por encima de los límites legales. "Es falso que los motores diésel emitan más que los límites máximos", ha afirmado con rotundidad Carles Grasas, presidente de la Sociedad de Técnicos de Automoción (STA). A pesar de la defensa del diésel del sector automovilístico, esa tecnología de combustión interna atraviesa su peor momento en las encuestas.
La intención de compra de un coche diésel se ha desplomado hasta el 26% de los encuestados debido a que el 67% opina que contamina más que la gasolina y que el 83% cree que bajará el valor de los turismos de gasóleo de segunda mano, según un estudio del Observatorio Cetelem.