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Jaguar y Land Rover recuperan sus joyas más exitosas

La división de clásicos construye ocho réplicas del Jaguar C-Type, ganador de Le Mans en 1953, y 25 del Land Rover Defender del Camel Trophy

Modelo clásico Jaguar C-Type / JAGUAR

Modelo clásico Jaguar C-Type / JAGUAR

Ana Montenegro

12.02.2021 13:00h

4 min

Ante la situación que se está viviendo en todo el mundo una buena forma de olvidar es volver a un pasado feliz, divertido, seguro y sin pandemias. La división de clásicos de las marcas británicas Jaguar y Land Rover se han volcado en esta tarea revisando sus momentos más gloriosos de su pasado.

Coincidiendo, además, con el 70 aniversario del mítico deportivo Jaguar C-Type, uno de los modelos más codiciados de los años 50 del siglo XX y campeón de las 24 Horas de Le Mans en 1951 y en 1953, Jaguar Land Rover Classic, la división que preserva el legado histórico de la empresa, va a construir ahora ocho réplicas de este modelo que estarán terminadas antes del evento conmemorativo previsto para 2022.

El Jaguar C-Type se fabricó entre 1951 y 1953 y desde el principio destacó por sus voluptuosas formas, obra de Malcolm Sayer que desde 1950 era el diseñador de Jaguar pero antes había trabajado para el sector aeronáutico y era un experto en aerodinámica. 

Producción artesanal

En 1952, el C-Type estrenó en un automóvil los frenos de disco, un sistema desarrollado por Dunlop para sustituir a los menos fiables de tambor. La nueva tecnología se implantó inicialmente en coches deportivos y fue el piloto Stirling Moss el primero que ganó una carrera con ellos, el Gran Premio de Reims (Francia) ese mismo año. También participó con ese coche en la Mille Miglia de 1952, la carrera más mítica de la época, aunque tuvo que abandonar por un problema en la dirección. 

Entre 1951 y 1953, Jaguar fabricó solo 53 unidades de C-Type y 43 se vendieron a clientes privados, todas ellas con frenos de tambor y motor con carburador SU doble y 200 caballos de potencia, lo habitual en los vehículos de competición de 1951.

Las ocho unidades del Jaguar C-Type del siglo XXI se van a producir de forma artesanal en las instalaciones de clásicos de Jaguar y Land Rover en Coventry, en el centro de Gran Bretaña (es la ciudad inglesa más lejos del mar). El objetivo es ser lo más fieles posibles al original, para ello se va a utilizar la ingeniería CAD y las impresoras 3D del siglo XXI.

La base es el modelo que ganó Le Mans en 1953, con motor de 3,4 litros y seis cilindros en línea, triple carburador, 220 caballos y frenos de disco. Los técnicos de Conventry disponen de los bocetos de ingeniería originales de la empresa creados por el equipo de desarrollo del C-Type. Los compradores pueden elegir para la carrocería entre 12 colores originales y ocho para el interior. Para quienes quieran recordar el pasado del C-Type en competición y correr en carreras históricas, opcionalmente se puede equipar el vehículo con protección antivuelco o un sistema de retención con arnés aprobado por la FIA. El precio no se ha revelado, pero alguno de los antiguos pueden alcanzar en subastas entre 2 y 6 millones de dólares.

Nostalgia del Camel Trophy

Concediendo con esta revisión deportiva, Land Rover, la marca de 4x4 del grupo desde 1948, ha decidido rememorar este año sus buenos tiempos del Camel Trophy, si la climatología y el COVID no lo impide. Pero también sin Camel porque soplan malos tiempos para los humos y la marca de tabacos ya no tienen ninguna relación comercial con el fabricante británico de vehículos.

El Camel Trophy, fue un rallye de aventura y resistencia que se organizó entre los años 80 del siglo XX y el 2000. Se considera la acción de patrocinio más exitosa de la comunicación y fue pionero en muchas cosas, desde contar con equipos mixtos, a valorar la aventura y la colaboración.

El nuevo proyecto se va a llamar simplemente Land Rover Trophy y se celebra en casa, en Eastnor Castle, donde está el mítico circuito de pruebas de la firma británica. Para conmemorar este regreso, el equipo de clásicos va a fabricar 25 Defender Works V8 Trophy que se ponen a la venta desde 195.000 libras (unos 222.000 euros)

Los viejos-nuevos Defender, con distancias entre ejes de 90 o 110 pulgadas (2,2 0 2,7 metros) y carrocería 'station wagon' están decorados con el exclusivo color amarillo que llevaban los vehículos del siglo pasado. El interior está totalmente tapizado en piel Windsor negra y los asientos son deportivos Recaro con pespuntes amarillos en contraste. Estrena un reloj Land Rover Trophy diseñado por Elliot Brown. 

Las llantas son de acero de alta resistencia y del color de la carrocería e incluye elementos de equipamiento todoterreno como llevaban los originales como cabrestante frontal, estructura antivuelco de varios puntos, soporte de techo, protección de los bajos, barra triangular, toma de aire elevada, reflectores y neumáticos todoterreno extremos. El motor es un V8 de gasolina, 5.0, con una potencia de 405 caballos y cambio automático ZF de ocho velocidades. La tracción es total, con caja transfer de dos velocidades, diferenciales delantero y trasero de alta resistencia y diferencial central con reparto de par.

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