El Hyundai Kona Hybrid de segunda generación ha sido sometido a una prueba exhaustiva de larga duración, recorriendo 9.000 kilómetros y permitiendo evaluar su comportamiento, diseño, tecnología y funcionalidad en profundidad. Aquí exploramos sus puntos fuertes, áreas de mejora y lo que ofrece frente a su versión eléctrica.
Diseño exterior: Robustez con toques futuristas
El Kona Hybrid sigue el lenguaje de diseño distintivo de Hyundai, con una firma lumínica LED que recorre todo el frontal y la zaga, reforzando su carácter moderno. En esta segunda generación, el SUV ha crecido en dimensiones, posicionándose entre el Bayon y el Tucson. Este crecimiento le otorga mayor presencia y lo convierte en una opción más versátil para familias.
Detalles como las molduras en los pasos de rueda, disponibles en negro o del color de la carrocería, ofrecen opciones estéticas para adaptarse a gustos más elegantes o aventureros. La caída coupé de la parte trasera y el diseño dinámico de los pilotos traseros "coast-to-coast" destacan como toques modernos y atractivos.
Interior: Tecnología bien integrada, aunque con matices
El habitáculo del Kona Hybrid presenta un diseño tecnológico, con una doble pantalla de 12.5 pulgadas que incluye el cuadro de instrumentos y el sistema de infoentretenimiento. Este diseño proporciona un panel unificado y limpio, aunque no toda la superficie del panel es funcional como pantalla.
Un detalle a mejorar sería la orientación de la pantalla derecha, que podría inclinarse ligeramente hacia el conductor para facilitar la visibilidad. Actualmente, ciertas zonas quedan parcialmente ocultas por el volante dependiendo del ángulo de conducción, lo que puede requerir ajustes para visualizar toda la información.
Comodidad y suspensión: Ajustes orientados al confort
El Kona Hybrid tiene una suspensión diseñada para ofrecer comodidad en trayectos largos y urbanos, aunque algunos conductores podrían encontrarla algo blanda. Comparado con la versión 100% eléctrica, los reglajes del híbrido son menos deportivos. Esto podría abrir un debate entre quienes prefieren un mayor dinamismo frente a un enfoque más confortable.
Consumo: Eficiencia probada
La prueba de larga duración ha arrojado un consumo medio de 5.7 l/100 km, ligeramente superior al homologado (5.4 l/100 km). Este dato refleja un uso racional del modo de conducción, sin abusar de la configuración Sport, lo que demuestra la eficiencia del sistema híbrido no enchufable en distintos escenarios de conducción.
Dinámica de conducción: Intuitiva y segura
El Kona Hybrid ofrece una experiencia de conducción estable y predecible, adaptándose bien a diferentes condiciones de carretera. Su comportamiento es confiable tanto en entornos urbanos como en viajes largos, reforzando su versatilidad como vehículo familiar.
Comparativa con la versión eléctrica
Al contrastarlo con su versión 100% eléctrica, se perciben diferencias notables en los reglajes de la suspensión. El eléctrico ofrece un ajuste más firme y deportivo, lo que podría atraer a conductores que buscan un comportamiento más dinámico. Sin embargo, el híbrido destaca por su equilibrio entre confort y eficiencia.
Conclusión: Una apuesta sólida con matices por pulir
El Hyundai Kona Hybrid de segunda generación es un SUV que combina diseño moderno, tecnología avanzada y eficiencia probada, posicionándose como una opción ideal para quienes buscan un vehículo versátil, familiar y económico en consumos. Aunque detalles como la orientación de la pantalla o la suspensión podrían mejorarse, el Kona Hybrid se presenta como una propuesta robusta en el competitivo segmento de los SUV compactos.