Después de levantar una potente compañía que engloba centros de lavado de coches y gasolineras 'low cost', la familia fundadora del Grupo Moure se lanza ahora a una nueva aventura al saltar del mundo relacionado con el automóvil a la náutica. La nueva empresa Kumbra Yachts ha iniciado su andadura con unas ventas por encima incluso de lo previsto con un yate de gama alta.
El joven Víctor Moure (Barcelona, 2001), hijo del fundador del grupo, Marcos Moure, ha asumido la dirección de la nueva empresa que diseña y comercializa yates de lujo. Víctor Moure se aleja, por ahora, de las marcas Elefante Azul, Autonetoil, Petronet y Washnet Factory para cumplir lo que considera "un sueño familiar" de tres generaciones que comenzaron sus abuelos, que transmitieron su pasión por el mar y la navegación.
La nueva empresa se creó en 2022 y Víctor Moure tomó las riendas como CEO en junio de 2023, antes incluso de acabar sus estudios de administración y dirección de empresas en Esade. En los años previos combinó la pasión heredada por la náutica con el fuerte crecimiento que experimentó el Grupo Moure, fundado en 1996 y que aceleró su expansión con la primera gasolinera 'low cost' abierta en 2012, la compra en 2015 de la filial española de Elefante Azul a la multinacional francesa Hypromat y la entrada en el negocio del montaje de centros de lavado de vehículos con Washnet Factory a partir de 2019. El conglomerado del Grupo Moure facturó en 2023 103 millones de euros con un Ebitda de siete millones.
Primeros pedidos del Kumbra34
Esa pasión por la náutica de la familia Moure se ha transformado en la primera creación, el Kumbra34, un yate de 10,4 metros de eslora que definen como de diseño minimalista y funcional y desarrollado desde su experiencia como usuarios de embarcaciones. Querían resolver las limitaciones de otros barcos similares y dar un diseño diferente y diferencial, que se reconoce por la proa sin aristas, como explica Víctor Moure. El Kumbra34 llama la atención junto a otras embarcaciones con un diseño má convencional.
El arranque de Kumbra Yachts es esperanzador para la nueba compañía, que ha recibido unos 8 pedidos de su primer modelo de yate de gama alta "asequible", que se vende desde 195.000 euros a los que hay que sumar las opciones de personalización. El astillero Faeton de Almería al que encarga la producción tiene una capacidad de fabricación de dos embarcaciones al mes. Con ese ritmo, la empresa puede conseguir recuperar la inversión inicial de dos millones de euros, en forma de capital de la nueva sociedad, en un tiempo récord.
Para lograr esos resultados, la nueva empresa se ha focalizado en eventos de primer orden del mundo de la náutica como el festival de yates de Cannes. Sus primeros clientes se reparten entre España y otros países europeos.