El experimento de un plan Pive más estable que los anteriores está dando buenos resultados. En sólo dos meses, los compradores han devorado alrededor de un 50% del presupuesto total planificado para que dure un año. Si se mantiene el ritmo actual de ventas, el Pive 5 se agotará al inicio del verano, mucho antes de lo previsto.
Después de las 35.000 matriculaciones que recibieron ayuda del Gobierno desde el 28 de enero, cuando entró en vigor plenamente el plan, hasta final de febrero, hay que sumar ahora otras 35.000 unidades bonificadas. El arranque del quinto plan de ayudas del Gobierno del PP ha sido potente.
Aunque mantiene la misma cantidad de ayuda, 2.000 euros por achatarrar un vehículo viejo y cambiarlo por otro nuevo y 3.000 euros para familias numerosas, el horizonte de una mayor estabilidad de las subvenciones gracias a los 175 millones de euros aprobados junto con las mejores perspectivas económicas y la demanda acumulada por el envejecimiento del parque móvil existente han conformado un caldo de cultivo que está acelerando el uso de los fondos disponibles.
Tres o cuatro meses menos
Cuando se puso en marcha el plan en enero pasado, las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto), vendedores (Ganvam) e importadores (Aniacam) hicieron una previsión de que el Pive 5 estaría vivo hasta octubre aproximadamente. Pero con el tirón de las compras por parte de los clientes particulares, que crecen a un ritmo superior al 30%, pueden anticipar el final de los fondos a junio o julio si se mantienen las 30.000 o 35.000 matriculaciones mensuales subvencionadas.
El coche preferido por los españoles sigue siendo en el periodo acumulado del año el Citroën C4, en el que se suman todas las carrocerías incluida la del Picasso producido en Vigo.
