El año 2022 ha empezado sin dar un respiro al mercado automovilístico francés. Un total de 102.901 coches particulares nuevos se vendieron en Francia en enero, lo que supone un desplome de las matriculaciones del 18,58% en relación con el mismo mes de 2021, según los datos que ha hecho públicos la Plataforma Automovilística (PFA) que reúne a los fabricantes del país.
La falta de microchips sigue frenando el mercado debido a un recorte en la oferta de vehículos por los parones en las fábricas. Las ventas de coches en Francia han empezado el ejercicio con la misma tendencia pronunciada a la baja con la se despidió 2021.
La práctica totalidad de los grupos registraron una caída de las matriculaciones en el primer mes del año, empezando por los dos franceses. En el caso de Stellantis, el descenso fue del 18,49 % con 37.321 vehículos particulares; en el de Renault del 23,44 %, con 23.236.
Hyundai sigue subiendo
También la inmensa mayoría de los fabricantes extranjeros sufrieron la caída del mercado. Volkswagen retrocedió un 19,76 %, con 12.492 coches; Toyota un 19,11 %, con 7.596; Ford un 35,92 %, con 2.783; BMW un 0,85 %, con 4.761; Nissan un 24,07 %, con 1.732; y Daimler un 14,22 %, con 2.226.
Una de las pocas excepciones fue Hyundai, cuyas ventas crecieron en enero un 9,59 %, con 6.846 unidades gracias a su mayor disponibilidad de stock al esquivar el impacto de las restricciones de chips. La marca coreana mantiene así una estrategia que le está dando muy buenos frutos en todos los mercados europeos.
En enero, la cuota de mercado de los vehículos diésel subió ligeramente, un punto porcentual, al 18 %. No obstante, la tendencia de fondo es a la baja. En el conjunto del año 2017 los coches de gasóleo representaron un 47 % del total, un porcentaje que había bajado al 21 % en 2021.
