El Fisker Ocean se convirtió, en el último Mobile World Congress de Barcelona, en una de las principales atracciones superando a muchos móviles y otras innovaciones que le rodeaban. El nuevo SUV eléctrico de la marca californiana llamó la atención como principal superviviente del salón de la nueva movilidad dentro de la feria de móviles. Después de verlo en persona y a corta distancia, estas son nuestras conclusiones sobre un modelo que viene de EEUU pero con un aire muy europeo.
La primera sensación al ver de cerca el Fisker Ocean es que se trata de un modelo que resulta familiar en sus formas, su diseño básico y sus volúmenes. A primera vista, se podría decir que el Ocean es una evolución del Range Rover Evoque, el exitoso todocamino de la marca británica que arrasó años atrás. Pero, al mismo tiempo, el Ocean desprende un carácter más refinado y tecnológico con detalles interesantes, como mínimo en los dos coches de exposición que había en el MWC.
Preparativos de producción
Son la avanzadilla de 47 prototipos que se están ensamblando en estos momentos en las instalaciones de Magna en Graz, la ciudad austriaca en la que el proveedor produce para algunas marcas tanto vehículos como componentes. El consejero delegado y fundador de Fisker, Henrik Fisker, aprovechó su viaje a Europa para comprobar en persona los avances en el camino hacia el inicio de la producción en serie del modelo en noviembre de 2022 para, acto seguido, iniciar las entregas de las primeras unidades. Será como agua de mayo para la 'startup' norteamericana, que acumula pérdidas por tercer año con 415 millones en 2021.
La presencia europea de Fisker incluye también oficinas en Múnich y un centro para desarrollar ediciones especiales en el Reino Unido. Pero además de esas raíces europeas, el nuevo Fisker Ocean encaja perfectamente en las tendencias del mercado en el viejo continente.
Aunque Tesla siempre será un referente y un rival a batir por los nuevos fabricantes de turismos propulsados por baterías, el Ocean sen enmarca mejor en el gusto europeo por los SUV con aire más todoterreno, algo que no tiene la marca líder de la movilidad eléctrica ya que los modelos Tesla Model Y y Model X son otro concepto diferente al de un todocamino tal como se entiende en la UE.
Lo mejor y lo peor del Fisker Ocean
El Ocean competirá en la liga de modelos como el Volkswagen ID.4 e ID.6 con un aire más fresco gracias al espíritu de las playas de California que Fisker quiere transmitir en sus coches, pensados para transportar tablas de surf. Entre sus puntos fuertes se encuentra, además del diseño europeo, un precio ajustado (41.900 euros sin ayudas públicas), y una autonomía de 440 kilómetros hasta 630 según las "simulaciones" de Fisker.
Las proporciones del Fisker Ocean pueden ser engañosas ya que da la impresión de que es más compacto que sus medidas reales de 4,775 metros de largo. 1,995 metros de ancho y 1,631 de alto. Con esas dimensiones, bien podría ser un modelo de siete plazas, aunque por ahora solo está configurado para cinco ocupantes.
Pantalla récord
Su diseño se caracteriza por las superficies lisas, sin líneas de adorno innecesarias, que refuerzan su aspecto simple y al mismo tiempo sólido junto a unas ruedas de gran tamaño y con un paso muy generoso en espacio hasta la carrocería. El contraste lo aportan unos faros minimalistas, que en el caso de los traseros se quedan en unas meras líneas de LED en la carrocería que estilizan su aspecto.
El interior del Fisker Ocean es un compendio de los mejores precedentes en vehículos eléctricos. Sigue los pasos de Tesla en la simplicidad de las superficies pero con una pantalla más grande de 17,1 pulgadas vertical que recuerda también la del Ford Mustang Mach-E, al igual que la pantalla rectangular que sustituye el cockpit.
