Equilibrio, elegancia y deportividad máxima son las líneas maestras de la última locura de Ferrari. Se trata de un superdeportivo, con un motor V12, que desarrolla una potencia máxima de 830 caballos a 9.500 rpm.
Es una evolución del exitoso motor con 12 cilindros en V desarrollado por la casa de Maranello (Módena) para conseguir la máxima potencia, hasta ahora, en un Ferrari para circular por carretera. Para lograrlo, según ha desvelado Ferrari, se han utilizado materiales innovadores, el rediseño de gran parte de los componentes, un renovado mecanismo de cierre de las válvulas y un nuevo escape.
Domar tanta potencia exigió soluciones de ingeniería extremas, combinadas con un diseño milimétrico en el que la aerodinámica juega un papel fundamental. El centro Stile de Ferrari tomó como base la estructura del 812 Superfast, del que se deriva, pero sometiéndola a una transformación casi radical.
Producción limitada
Para reducir el peso se ha utilizado intensamente la fibra de carbono en el exterior y el interior, pero además se ha rediseñado todo el vehículo en aras de la mejor aerodinámica. Esto supone nuevas tomas de aire delanteras, difusor trasero y una luneta trasera que se ha sustituido por una estructura de aluminio similar a un escudo protector. El resultado es un Ferrari nuevo, pero ya inconfundible.
Entre las innovaciones técnicas estrena un sistema de dirección independiente para las cuatro ruedas que consigue más precisión en curva sin perder agilidad y una nueva versión del sistema de control dinámico Side Slip Control.
El interior es bastante más similar al 812 Superfast, pero se ha rediseñado el panel de la puerta para aligerar el peso y se han incluido detalles de diseño más de coche de carreras. Hay que esperar hasta el 5 de mayo para conocer los datos de velocidad, aceleración, además de su nombre y precio. Ya sabemos que su producción va a ser limitada y dirigida a apasionados de la marca y coleccionistas.
