Los concesionarios de automóviles tienen grandes expectativas en el nuevo Gobierno que intentará formar Pedro Sánchez. La hoja de ruta presentada este lunes por el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, incluye la petición de reactivación del acuerdo estratégico de automoción que propuso el Ejecutivo antes de las elecciones y la puesta en marcha de un megaplan Renove dotado con 2.500 millones para renovar el parque automovilístico.
La hoja de ruta que Faconauto ha trasladado como deberes para el nuevo Gobierno incluye medidas para tener unas relaciones comerciales equitativas y marco jurídico estable, mantenimiento del empleo, transición justa hacia una movilidad descarbonizada, unidad de mercado, digitalización y venta online, formación y, finalmente, planes de igualdad y Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
La patronal de la comercialización de vehículos considera que los primeros meses de la próxima legislatura son "una oportunidad para sentar las bases del futuro del sector de la automoción para que la transición que está viviendo sea socialmente justa, además de profundizar en la sostenibilidad y la digitalización en toda la cadena de valor. Para Faconauto, el Plan Estratégico de la Automoción y el Plan Nacional de Energía y Clima son "dos palancas que el sector y la Administración tienen a su disposición para empezar a trabajar conjuntamente".
Plan de achatarramiento
A diferencia de Anfac, la patronal de los concesionarios apoya la propuesta de acuerdo del Ministerio de Industria al considerar que es "un buen marco para que el sector no pierda competitividad, empleo y nuevas inversiones".
Sin embargo, los concesionarios van más allá del acuerdo estratégico y plantean abordar de una vez por todas el rejuvenecimiento del parque automovilístico como la vía más efectiva a corto plazo para reducir las emisiones y mejorar la seguridad vial. Para ello, Faconauto propone un megaplan Renove de 2.500 millones con el objetivo de propiciar el achatarramiento de 2,5 millones de vehículos entre los años 2020 y 2025, que generaría un retorno fiscal para las arcas públicas de más de 10.000 millones. El ministerio insinuó en el último borrador del plan estratégico la posibilidad de poner en marcha un plan Renove que incluya diésel y gasolina.
“Es imprescindible avanzar hacia un modelo adecuado de movilidad sostenible y descarbonizada, sin discriminar tecnología, con plazos suficientes y poniendo el foco sobre el principal problema que enfrenta el sector: un parque de automóviles muy envejecido de 12,3 años. Según nuestras previsiones, dicha edad aumentará hasta 13,7 años en 2025 si no se toman las medidas adecuadas”, ha indicado Gerardo Pérez.