Europa empieza a apretar a China: registro aduanero obligatorio de vehículos eléctricos chinos que lleguen a Europa desde ya, por si se imponen sanciones posteriores definitivas ante subvenciones irregulares -ya hay pruebas suficientes para la Comisión Europea-.
“La Comisión dispone de pruebas suficientes de que las importaciones del producto afectado procedentes de China están siendo subvencionadas”. Así, textualmente. Capítulo dos de un proceso o procedimiento antisubvenciones que se inició el 4 de octubre de 2023 cuando se abrió la investigación sobre coches eléctricos -no se habla ni de modelos a combustión ni motos- realizados e importados desde China y que se cerrará en julio cuando se tengan conclusiones definitivas. De momento, registro aduanero obligatorio desde ya por si llegan las sanciones que se puedan aplicar con efectos retroactivos desde este momento.
Pruebas de subvenciones
Afirma la Comisión Europea que dispone de pruebas suficientes de que las importaciones del producto afectado procedentes de China están siendo subvencionadas. Las presuntas subvenciones consisten, entre otras cosas, en la transferencia directa de fondos o las posibles transferencias directas de fondos u obligaciones; la condonación o no recaudación de ingresos públicos; y el suministro público de bienes o servicios por una remuneración inferior a la adecuada. Se alega que las medidas descritas en el considerando constituyen subvenciones porque conllevan una contribución financiera del gobierno de China u otros gobiernos regionales (incluidos los organismos públicos), o de organismos privados controlados o designados por el Gobierno de China, y que confieren una ventaja a los productores exportadores del producto afectado.
También destaca la Comisión las importaciones masivas en un período relativamente corto entre octubre de 2023 -momento en que se anunció el arranque de la investigación- y enero de 2024. En concreto, las pruebas disponibles muestran que la cantidad de importaciones entre octubre de 2023 y enero de 2024 fue de 177.839 unidades. Esto representa un incremento del 14 % en comparación con el período equivalente entre octubre de 2022 y enero de 2023. La Comisión “ve riesgo de que un número creciente de productores de la Unión se vea afectado por la disminución del volumen de ventas y unos niveles de producción reducidos si nivel de las importaciones a precios supuestamente subvencionados procedentes de China se mantiene como hasta ahora tras el inicio de la investigación. Queda claro que el riesgo repercutirá negativamente en el empleo y en el rendimiento general de los productores de la Unión. Esto constituiría un perjuicio difícil de reparar”.
Medidas retroactivas
Ante este escenario la Comisión ha considerado necesario preparar la posible imposición retroactiva de medidas mediante la implantación del registro. Por lo tanto, si al final de la investigación actual la Comisión llega a la conclusión de que la industria nacional sufre un perjuicio importante, la recaudación de derechos compensatorios sobre las importaciones registradas podría considerarse una medida adecuada para excluir la reaparición de dicho perjuicio. La Comisión podrá oír a las partes interesadas, siempre que lo soliciten por escrito y demuestren que existen razones particulares para ser oídas.
Hace unos días hablábamos en Grupo Mobilitas con la eurodiputada Susana Solís sobre este tema y manifestaba su malestar ante esta situación afirmando que “nos hemos dejado robar la cartera”. Hoy afirma en sus redes sociales que “la intención de este registro es disuadir a los fabricantes chinos de registrar la mayor cantidad de automóviles posibles en Europa antes de que su publique la conclusión de los aranceles, prevista para julio”… “¿Y qué dice China al respecto? Manifiesta su descontento con la postura del Ejecutivo europeo y alude a que, ante la creciente demanda de vehículos eléctricos en Europa, las compañías automotrices chinas han demostrado su compromiso para impulsar el mercado europeo”.