Cataluña sigue experimentando una evolución peor que la media española en el mercado automovilístico. En octubre, la comunidad registró un retroceso en las matriculaciones del 9,9%, por encima de la media de caída de las ventas de coches del 6,6%. Pero lo peor es que las ventas de turismos a empresas se desplomaron un 24,6% en octubre, agravando así la caída de los últimos meses, según los datos del sector recopilados por la web Coche Global.
Las estadísticas sobre matriculaciones muestran que las empresas, principalmente las de flotas de 'renting' de vehículos, cada vez compran menos coches en Cataluña. La caída de las compras de coches a cargo de empresas sufrida por Cataluña fue la más importante entre las comunidades con más volumen de mercado y la segunda en términos generales por detrás de Navarra, que registró un descenso del 36,5%, según los datos del informe mensual de la asociación de importadores Aniacam.
Las compras de alquiladoras caen un 80%
En los primeros 10 meses de 2018, Cataluña sí ostenta la primera posición en descenso de las ventas de coches a empresas, con un retroceso del 11,1% que contrasta con la mejora del 17,4% en el conjunto de España. Sólo Navarra, con una caída del 7,1%, y Baleares, con un 1,6%, están en terreno negativo en el segmento de mercado de empresas acumulado en 2018.
El fenómeno de la disminución de las ventas a empresas se nota especialmente en los coches 'premium' o de lujo, que sufren importantes caídas en Cataluña que algunos concesionarios relacionan con el la falta de confianza por el contexto político en la comunidad.
Algo similar ocurre en las ventas de turismos a empresas alquiladoras, aunque se trata de un canal comercial mucho más volátil que depende de la importancia del sector turístico y de su evolución. Las matriculaciones de coches a nombre de empresas alquiladoras bajó en Cataluña un 80% en octubre y un 7,4% en 10 meses.
Deslocalización por el impuesto del CO2
El efecto del desplome de las ventas a empresas y a flotas de 'renta a car' afecta a la media global del mercado en Cataluña, que baja un 0,4% en 10 meses, una cifra muy alejada de la media de crecimiento del 10% en toda España.
El sector atribuye este descenso, que es prácticamente una peculiaridad catalana, a la deslocalización de matriculaciones de flotas de empresas a otras autonomías para eludir el impuesto sobre el CO2 que pondrá en marcha la Generalitat en 2019. El Govern tiene previsto empezar a recaudar el nuevo impuesto, que se paga cada año, a partir de febrero de 2019. El impacto del impuesto puede ser de una media de 70 o 80 euros por turismo, lo que puede suponer un importe importante en el caso de flotas de miles de vehículos.
