La transformación del fabricante rumano de automóviles Dacia ha sido espectacular. De las viejas fábricas con aires soviéticos que se encontró Renault cuando rescató a la marca de la quiebra sale ahora una amplia gama de modelos que triunfan en Europa y que acaban de conquistar el primer puesto del mercado español.
El arduo trabajo llevado a cabo por Renault, con una inversión de 500 millones, desde que se hizo cargo de Dacia como estandarte de su proyecto low cost global empieza a dar frutos. Cuando Renault comenzó a fabricar vehículos con Dacia, la planta de Pitesti era un viaje al pasado en el que la industria todavía no había salido de la pesada carga de los años de estancamiento soviético. Muchos empleados, procesos poco tecnificados, instalaciones vetustas...
Todo eso ya es pasado. La nueva realidad de Dacia es un récord de ventas de 360.000 vehículos en 2012, un 4,6% más que en 2011, con una presencia que se extiende ya a cuatro continentes. Pero España no se ha caracterizado hasta ahora por ser uno de los paraísos del low cost francés made in Romania, ya que el año pasado ocupó el sexto lugar en el ranking de exportaciones de la marca. España, con unas ventas de casi 18.000 coches, estaba muy por detrás de Francia, su primer destino de exportación con 84.500 vehículos vendidos; Alemania, con 46.590; Algeria, 41.710; Turquía, 29.000 e Italia, con 26.800.
Pero el arranque de 2013 ha sido espectacular para Dacia en España, con un crecimiento del 100% gracias a que su modelo Sandero logró el primer puesto absoluto del mercado. La oferta de un precio básico de 7.200 euros ha encontrado un núcleo de clientes predispuestos a comprarse un coche nuevo con un precio de uno de segunda mano debido a la tendencia a reducir la inversión en la adquisición de vehículo, aunque tenga una cualificación en seguridad por debajo de sus competidores de precio más alto. "Marca asequible sin sorpresas desagradables" es el resumen que hace el fabricante de su oferta.
Aunque la idea inicial de Renault era convertir a Dacia en una marca para países pobres y emergentes, la crisis la está convirtiendo en una marca incluso de países desarrollados. De momento ya vende más coches a nivel global que Seat, que en 2012 se quedó en 321.000 coches. Pero a pesar del éxito acelerado por los efectos de la crisis, Dacia está muy lejos todavía de su ambicioso plan de convertirse en una marca low cost global con cuatro millones de unidades vendidas.